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Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Parasitología

Director de la Unidad:

José Miguel Cisneros Herreros

Referente de Cuidados:

José Ángel Pazos Casado

Jefe de grupo administrativo:

José María García Rodríguez.

Contacto:

uceimp.hvr.sspa@juntadeandalucia.es

Microbiología.

Jefe de Servicio:

José Antonio Lepe Jiménez

Enfermedades Infecciosas.

Jefe de Servicio:

José Miguel Cisneros Herreros

logo Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Parasitología

La Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbiología , integra dos Servicios Microbiología y Enfermedades Infecciosas, que comparten una misma área del conocimiento, las enfermedades infecciosas. Lo hacen desde tres aproximaciones diferentes y complementarias: la prevención, el diagnóstico y el tratamiento. con el objetivo principal de mejorar la calidad asistencial de las personas con infecciones. Esta composición mixta es una característica singular de la unidad dentro del panorama del Sistema de Salud Publico de Andalucía (SSPA), mayoritariamente formado por unidades clínicas simples y sobre todo es una de las principales fortalezas de la unidad

Las enfermedades infecciosas son un importante problema de salud en todo el mundo, incluidos los países desarrollados con el nuestro, donde son una causa mayor de sufrimiento y muerte de un número muy elevado de personas. Las enfermedades infecciosas están en continua evolución favorecidas por los avances científicos, la globalización y el cambio climático entre otros factores; y son cada día más variadas y complejas. A las infecciones de la comunidad más temidas, como la meningitis, la neumonía o la endocarditis, se añaden nuevas infecciones como las producidas por los virus del dengue, el virus zika, el virus Ebola y el virus con Crimea-Congo y la eclosión de las infecciones de transmisión sexual con frecuencia mixtas y acompañadas de problemas multirresistencia. A las infecciones adquiridas en el hospital, y ya también en la comunidad, se añaden las causadas por bacterias multirresistentes, extremadamente resistentes y hasta panresistentes que son más difíciles de tratar y tienen peor pronóstico. En las últimas décadas han aparecido, de manera consecutiva, nuevos tipos de pacientes, nuevos “huéspedes”: los pacientes con infección por el VIH, los receptores de trasplantes de órganos y de progenitores hematopoyéticos, los pacientes con inmunodeficiencias primarias, los inmigrantes y los viajeros, los pacientes con cáncer en tratamiento con las nuevas terapias inmunomoduladoras, y los pacientes con enfermedades autoinmunes que reciben tratamientos biológicos, que añaden a las infecciones producidas por los patógenos convencionales, las producidas por los microorganismos oportunistas. Y por último se han ampliado los escenarios epidemiológicos clásicos, hospital y comunidad como lugares para la adquisición de infecciones, a las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria y las infecciones en los centros sociosanitarios.

A todo ello se añaden dos características singulares de las enfermedades infecciosas: la transversalidad y la contagiosidad. Son enfermedades transversales porque se extienden por todo el sistema sanitario, afectando a pacientes desde la comunidad hasta la unidad de cuidados intensivos, y son transmisibles entre pacientes, profesionales sanitarios y personas sanas, y con frecuencia también desde los animales y el medio ambiente.

Muchos de estos cambios son fruto de los avances científicos. La revolución del diagnóstico microbiológico convencional con los nuevos test de biología molecular, entre otros avances técnicos, ha permitido diagnosticar nuevos microorganismos, y reescribir la historia natural de antiguas infecciones como la gripe. Todos estos cambios a su vez generan nuevos retos. Las resistencias bacterianas son uno de ellos, un reto formidable porque estos microorganismos están dando una lección de humildad a la especie humana, de tal manera que en la actualidad, cuando tenemos más antibióticos que nunca, hay pacientes con infecciones graves producidas por bacterias que se han hecho resistentes a todos ellos. Otros retos por el contrario han sido superados con éxito, como la curación de la hepatitis C.

Para hacer frente a tanta diversidad y complejidad solo hay un camino, investigación y formación y abordaje multidisciplinar. La investigación genera el conocimiento necesario para hacer frente a las enfermedades infecciosas, desde la descripción de métodos de vigilancia epidemiológica para predecir la evolución de estas enfermedades, pasando por el desarrollo de vacunas; para aumentar la precisión y la rapidez del diagnóstico microbiológico; para desarrollar nuevos y más potentes antimicrobianos; para conocer mejor los que tenemos; y para mejorar la calidad y la precocidad del tratamiento antimicrobiano empírico entre otras muchas opciones de mejora. El abordaje multidisciplinar de la complejidad de las enfermedades infecciosas es el camino correcto, la triple visión integradora de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento, es el modelo apropiado para hacer frente a estas enfermedades de características tan variadas como complejas.

Por todo lo anterior tiene razón de ser la integración de los Servicios de Medicina Preventiva y Salud Pública, de Microbiología y de Enfermedades Infecciosas en una unidad de Gestión Clínica. Los más de 200 profesionales de la UCEIMP, trabajan diariamente desde esta triple perspectiva, para prevenir y mejorar el pronóstico de los pacientes con enfermedades infecciosas en todo el hospital. Es por eso que la unidad realiza un trabajo transversal en colaboración con el resto de unidades del hospital, liderando programas horizontales de prevención y control de infecciones, de mejora del diagnóstico microbiológico y de optimización del uso de los antibióticos en todo el hospital: programa de higiene de manos, de vacunación de la gripe entre los profesionales sanitarios y pacientes seleccionados; de erradicación de bacterias multirresistentes; de PROA, o la unidad de alto nivel de aislamiento entre otros.

La formación es una actividad clave de la unidad, abarca desde la formación práctica de los estudiantes de enfermería y medicina, la formación de enfermeras y de médicos especialistas, y la formación continuada, en la que se forman profesionales de otras unidades, y de otros centros nacionales e internacionales.

La investigación completa la actividad de la unidad. Los más de 20 doctores entre los facultativos especialistas, junto con los investigadores de carrera incorporados a la unidad hacen posible, realizando investigación aplicada a los principales problemas de salud de las enfermedades infecciosas, desde la experimentación básica hasta los ensayos clínicos.

Contando para ello con los recursos de los cuatro grupos de investigación de la unidad con sus respectivos investigadores responsables, y laboratorios en el IBIS, y las más de mil camas de hospitalización y miles de pacientes atendidos en consultas que participan en los estudios clínicos liderados por la unidad.

Los profesionales son el recurso más valioso de la unidad y para ello se persigue la incorporación a la unidad mediante la evaluación de criterios de selección de talento y de mérito. Lo que se realiza en la medida que las actuales normas lo permiten.

La dirección de la unidad se realiza por acuerdo y está basada en valores, entre los que el respeto a las personas es el primer principio, comenzando por las personas enfermas que ponen su salud en nuestras manos; y en una relación de confianza y a la vez de exigencia profesional para alcanzar los objetivos individuales y colectivos.