Vómitos

Los vómitos implican la expulsión por la boca de contenido del aparato digestivo (alimentos, secreciones mucosas, jugo gástrico o bilis). Son comunes a diversas causas, como: catarros, gastroenteritis, faringoamigdalitis u otitis, entre otras.

 

Tenga en cuenta que en la edad pediátrica no se recomienda el uso rutinario de medicación para detener los vómitos o la diarrea.

 

Cuidados en casa:

–  Tras un vómito, respete alrededor de 1 hora de reposo digestivo. Tras ello, puede ofrecerle suero oral, leche o yogur en cantidades pequeñas y de forma frecuente (aproximadamente una cucharada o un pequeño sorbo cada 5 minutos).

– Si se acompaña de diarrea es preferible utilizar soluciones de rehidratación oral de venta en farmacias. Existen múltiples marcas con distintos sabores y texturas para poder encontrar una que se adapte mejor a los gustos del niño. TODAS TIENEN MEJOR SABOR SI SE TOMAN FRÍAS.

– No use soluciones caseras ni refrescos comerciales.

– Observe la aceptación por parte del niño. Si la pauta anterior es bien tolerada, aumente paulatinamente la frecuencia y cantidad ofrecida. Una vez los líquidos sean tolerados, puede ofrecerle alimentos sólidos, sin forzar. En el caso de que presente un nuevo vómito, tendría que volver a empezar con la pauta por lo que se recomienda tener paciencia y hacerlo lentamente para disminuir el riesgo de nuevos vómitos.

 

Consulte de nuevo:
  • Si vomita repetidamente sin tolerar sólidos ni líquidos o presenta vómitos aún sin ingerir nada.
  • Si los vómitos adquieren color verdoso, contienen sangre o parecen posos de café.
  • Si el abdomen está duro e hinchado y presenta dolor abdominal continuo o intenso.
  • Si aparece alguno de los siguientes sintomas: Está adormilado, decaído, pálido.
  • Si tiene signos de deshidratación: Tiene la lengua pastosa, los ojos hundidos, llora sin lágrimas, orina poco….
  • Si se acompaña de dolor de cabeza intenso que no cede con analgésicos habituales.

 

Seguimiento por su pediatra de atención primaria.