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La urticaria es un proceso que evoluciona en brotes y puede durar hasta 15 días. Las lesiones suelen picar mucho y es frecuente que cambien de tamaño y lugar varias veces en los próximos días. También puede aparecer inflamación de la cara, manos o pies. Aunque puede producirse por múltiples causas (alergias a alimentos, plantas, medicamentos, pelo de mascotas o picaduras…), en niños la más frecuente son las infecciones víricas, no siendo necesarias pruebas urgentes.
Dificultad para respirar, sibilancias (“pitos”), vómitos o dolor abdominal intenso, inflamación de labios o lengua, dificultad para tragar o hablar u opresión en pecho o garganta.
Seguimiento por su pediatra de atención primaria.