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Las quemaduras pueden ser muy dolorosas y suponen la exposición de áreas de piel “desprotegida”, que pueden infectarse y/o favorecer pérdida de grandes cantidades de líquido. Las zonas con ampollas o costras pueden causar cicatrices. En las próximas horas la inflamación aumentará; pudiendo aparecer ampollas más grandes o rotura de estas.
Es importante realizar adecuadamente las curas para proteger la piel de posibles infecciones y ayudar a cicatrizar.
– No rompa las ampollas.
– Mantenga la herida seca y limpia. Realice cambios de vendaje con la frecuencia que le hayan explicado. Si el vendaje se pega, puede mojarlo con agua tibia.
– Lave la quemadura con agua tibia y jabón neutro. Enjuague después y seque con un paño limpio, con cuidado y delicadeza. Aplique la crema prescrita y vuelva a colocar el vendaje.
– Administre la analgesia prescrita para controlar el dolor.
– Aparece enrojecimiento importante alrededor de la quemadura o aumenta la inflamación o el dolor.
– Drena líquido purulento o huele mal.
– Los vendajes, una vez colocados, se mojan muy rápido (porque la lesión pierda demasiado líquido).
– Aparece fiebre.
– Aparece afectación del estado general, decaimiento progresivo o se intensifica del dolor.
Solicite cita con su pediatra para revisión.