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Un niño está estreñido cuando hace deposiciones muy duras o no defeca con regularidad. Las causas más frecuentes de estreñimiento en la infancia son: Una dieta inadecuada (ingesta escasa de agua o abuso de determinados alimentos: huevos, carne, leche, bollos, dulces comerciales) y los hábitos incorrectos (aguantarse las ganas de defecar repetidamente, no intentar defecar todos los días).
– El niño debe adquirir la rutina de sentarse en el inodoro para intentar defecar todos los días, preferiblemente a la misma hora y después de alguna de las principales comidas del día para intentar crear un hábito.
– Debe permanecer sentado durante aprox. 10 minutos. Muchos niños no tienen paciencia para estar sentados ese tiempo en el WC. En este caso puede plantearse mantenerlo sentado usando algún entretenimiento, como un libro o un juego.
– Hay que enseñarle que no debe aguantarse las ganas de ir al baño cuando sienta el deseo.
– En relación con la dieta, lo principal es aumentar la ingesta de líquidos (sobretodo agua, pudiendo usar ocasionalmente zumos naturales). Una vez se haya resuelto el estreñimiento agudo, se recomienda que de forma rutinaria tome una dieta variada y rica en fibra (frutas, verdura, cereales con fibra, pan con fibra). Se debe evitar la ingesta excesiva de huevos, carnes, lácteos (máximo 500 mL/día) y dulces industriales.
– No administre a su hijo laxantes ni enemas sin consultar previamente con su pediatra.
– Si tiene dolor abdominal importante.
– Si aparece sangre en las heces.
– Si vomita muchas veces y no tolera alimentación.
– Si encuentra a su hijo muy decaído y se queja mucho.
Seguimiento por su pediatra de atención primaria.