Espasmos del sollozo

Son episodios que ocurren frecuentemente tras una caída, un susto/sobresalto o emoción importante o tras un enfado o riña, en los que el niño deja de respirar de forma brusca y adquiere coloración pálida que puede progresar a azulada, pudiendo aparecer rigidez e incluso sacudidas. Finalmente, el niño suele llorar o, de forma breve, pierde la conciencia.

La recuperación es completa y rápida, en menos de un minuto, aunque puede existir somnolencia. A pesar de ser episodios muy alarmantes, su naturaleza es benigna y no suponen riesgo.

 

Cuidados en casa:

– No precisa ningún tratamiento médico ni medida específica, ya que cede espontáneamente sin hacer nada en unos segundos.

– Es importante intentar mantener la calma durante el episodio. Es importante no agitar ni zarandear al niño, ya que esas medidas no sólo no serán útiles para evitar el espasmo, sino que pueden ser perjudiciales. Tampoco es necesario realizar maniobras de reanimación ni  insuflaciones “boca-boca”.

– No se angustie porque el niño pueda llegar a llorar o tener rabietas en el futuro temiendo que vuelvan a ocurrir estos episodios. Siga corrigiéndole su comportamiento cuando usted considere.

– Es importante no mostrar excesiva preocupación para que el niño no obtenga ventajas y así evitar favorecer que ocurran más episodios.

 

Consultar de nuevo si:

– Tarda en recuperarse más de 3-5 minutos.

– Si tras el episodio, no ve al niño normal (está muy dormido o pierde el tono muscular, le observa coloración azulada o no respira bien) o si el episodio no se ha precedido de los estímulos habituales reflejados anteriormente.