Epistaxis

El sangrado por la nariz es muy común en el niño. Suele ocurrir tras sonarse con fuerza la nariz, cuando tienen la mucosa nasal seca o con erosiones, y también durante el uso de algunos medicamentos nasales. También es habitual tras meterse el dedo o tras introducir algún objeto (como la pieza de un juguete) en las fosas nasales. Son frecuentes también en procesos catarrales y pueden ocurrir incluso durante el sueño.

 

Generalmente son leves y la mayoría se detendrá presionando suavemente las fosas nasales durante 10 a 20 minutos. Se recomienda que el paciente esté sentado o de pie, con la cabeza en posición habitual o hacia delante, evitando echarla hacia atrás. A veces es necesaria una gasa para taponar la nariz y detener el sangrado. Después de una epistaxis, la zona de la nariz que ha sangrado permanece muy sensible y puede sangrar ante cualquier roce, por lo que conviene evitar tocarse la nariz y practicar deportes de contacto durante unos días.

 

Cuidados en casa:

– Si el sangrado comienza, presione suavemente la parte lateral a los orificios nasales hacia línea media, durante 10 minutos. Puede aplicar frío local en la nariz, el cuello o en la nuca.

– Tras un episodio de hemorragia nasal, evitar sonarse la nariz durante las siguientes 12 horas posteriores.

– Si el interior de la nariz está reseco, aplique vaselina. Si la causa es un ambiente cálido y seco, puede ser útil emplear humidificadores, sobre todo en los dormitorios.

– Si ha sido necesaria la colocación de un taponamiento no-reabsorbible, este debe ser retirado en las siguientes 24-72horas.

 

Consultar de nuevo si:

– El sangrado dura más de 20-30 minutos.

– Hay sangrado o hematomas en otras partes del cuerpo.

– Si se pone pálido, aparece fiebre, debilidad o mareo.

– Si presenta frecuentes vómitos con sangre.

 

Seguimiento por su pediatra de Atención Primaria.