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Es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel muy frecuente en lactantes, cuyas manifestaciones típicas son placas con escamas amarillentas, sobre zonas de piel enrojecidas y fisuradas. Suele cursar en brotes. Las lesiones no son dolorosas, aunque a veces pueden picar.
Las zonas más típicamente afectadas son: cara (cejas, mejillas), cuero cabelludo, orejas, tronco, grandes pliegues (ingles, axilas) y área del pañal. Cuando aparece en la cabeza se le llama “costra láctea” (placa grande blanquecina-amarillenta con escamas de aspecto “grasiento” en la cabeza) es una de sus manifestaciones.
– Si alguna de las lesiones adopta mal aspecto, está inflamada, caliente y es dolorosa.