La bronquiolitis es un proceso respiratorio que afecta habitualmente a lactantes en la que el niño puede tener fiebre, tos, sibilancias (“pitos”) y dificultad para respirar y comer. Generalmente lo causan virus y no existe un tratamiento curativo; por lo que NO SON ÚTILES LOS ANTIBIÓTICOS NI LOS JARABES PARA LA TOS O MUCOSIDAD. El niño suele estar peor los primeros 5 días, mejorando lentamente después. Aunque ha de saber que ciertos síntomas como la tos pueden persistir varias semanas.
Cuidados en casa:
- Posición semi-incorporada (elevar el cabecero de la cama).
- Ofrecer tomas frecuentes y fraccionadas (repartir la comida en tomas más pequeñas y frecuentes).
- Es importante asegurar la hidratación: En niños que ya toman papillas u otros sólidos debemos ofrecer agua entre las comidas. En niños que toman pecho o biberón el agua de la leche es suficiente para asegurar la hidratación.
- Realizar lavados nasales con agua de mar o suero fisiológico (agua con sal). Estos lavados pueden ser realizados de forma frecuente, sobretodo antes de comer y dormir (para que el niño coma mejor y duerma mejor). El objetivo de estos lavados es arrastrar la mucosidad hacia atrás (para que la trague o la vomite) y dejar libre la vía aérea superior.
- Evitar cambios bruscos de temperatura y temperaturas extremas.
- Evitar exposición al humo (incluido el del tabaco).
- No se recomienda (durante la enfermedad) el uso de sistema de calefacción o aire acondicionado de forma intensa, ya la sequedad ambiental puede aumentar la tos del niño.
Consultar de nuevo si:
– Fiebre elevada, rechazo de las tomas, disminución de la orina, empeoramiento de la dificultad para respirar o presencia de pausas en la respiración.
Seguimiento por su pediatra de Atención Primaria.