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El impétigo es una infección de la piel. Suele comenzar como la infección de una herida o rasguño que se va extiendiendo. La lesión más típica es la costra amarillenta “color miel”. Al principio lo que se ve es un “granito” rojo, que se convierte en ampolla y al romperse y secarse se transforma en una costra amarillenta que al desaparecer no deja cicatriz. No se suele acompañar de fiebre. Es más frecuente en menores de 5 años.
El impétigo es muy contagioso y se extiende con facilidad, por lo que es importante que el niño no se rasque para que no le aparezcan lesiones por otras partes del cuerpo. Tampoco debe estar en contacto con otros niños.
El tratamiento se basa en que las heridas (y la piel en general) estén limpias y secas.
Seguimiento por su Pediatra de Atención Primaria