Herpes Zoster

Tras una infección, el virus de la varicela-zoster queda latente o “dormido” en el organismo y puede reactivarse más tarde, dando lugar a un herpes-zoster (llamado clásicamente “culebrina”). Es más frecuente en la edad adulta pero también puede ocurrir en niños. Consiste en una placa rojiza sobre la que aparecen múltiples vesículas agrupadas. En niños sanos no están indicados los antivirales, el tratamiento va dirigido a aliviar el dolor y/o el picor. Si aparece en el ojo, o muy cerca del mismo, se ha de consultar siempre.

 

Consultar de nuevo si:
  • Empeora el estado general, lo ve decaído, somnoliento, le cuesta despertarlo o, por el contrario, presenta irritabilidad marcada.
  • El niño presenta inestabilidad en la marcha.
  • El niño presenta tos o dificultad respiratoria.

–   Aparece inflamación, dolor intenso o mal aspecto de alguna lesión.

  • Aparecen lesiones en la punta de la nariz o en la parte blanca del ojo, tiene el ojo rojo o refiere dolor ocular.

Seguimiento por su pediatra de atención primaria.