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La varicela es una infección muy contagiosa causada por un virus, que cursa con vesículas y costras en la piel y mucosas. El picor es frecuente y puede existir fiebre durante los primeros días.
– Si tiene fiebre, administre antitérmicos habituales (paracetamol o ibuprofeno). No se recomienda administrar aspirina, tampoco el ibuprofeno si no es imprescindible.
– Mantenga la piel limpia. Puede bañar al niño diariamente. Seque sin frotar.
– Mantenga un ambiente fresco en casa y evite la sudoración, que puede empeorar el picor.
– Corte y limpie bien las uñas del niño para evitar lesiones por rascado e infecciones.
– No aplique ungüentos caseros ni polvos de talco; pueden favorecer la sobreinfección.
– Desinfecte las vesículas rotas con clorhexidina.
– Al ser una enfermedad muy contagiosa, el paciente debe permanecer en casa hasta que todas las lesiones estén en fase de costra (habitualmente esto ocurre aprox. a los 7 días desde el inicio del cuadro).
– Evite el contacto del niño con personas que no han pasado la enfermedad. Evite también el contacto con mujeres embarazadas, o personas inmunodeprimidas (sobretodo recién nacidos, ancianos, o personas con enfermedades o tratamientos que supongan un sistema inmune debilitado).
– La fiebre alta persiste más de 4 días.
– Tras 24 horas de haber desaparecido la fiebre, vuelve a aparecer.
– La fiebre aparece después de llevar tres días o más con vesículas.
– Empeora el aspecto de una lesión: Inflamación, enrojecimiento importante, coloración violácea alrededor o “mal aspecto” en general. O si se enrojece todo el cuerpo.
– Empeora el estado general, lo ve decaído, somnoliento, le cuesta despertarlo o, por el contrario, presenta irritabilidad marcada.
– El niño tiene mucha tos o aparece dificultad para respirar.
– El niño presenta inestabilidad en la marcha.
– Aparece alguna lesión en los ojos.
Seguimiento por su pediatra de atención primaria.