La colaboración de profesionales de distintas áreas del Hospital Virgen del Rocío ha conseguido que una mujer que padecía una hemorragia cerebral lleve a término su embarazo y le sea extirpada la malformación vascular que se la causó en una doble intervención que se organizó después de llegar a Urgencias del Hospital de Rehabilitación y Traumatología.
Saray, de 29 años, se encontraba embarazada de 27 semanas cuando súbitamente sufrió una hemiplejía izquierda. Fue trasladada por un equipo del 061 al servicio de Urgencias del Hospital de Rehabilitación y Traumatología, donde los especialistas le detectaron una hemorragia cerebral súbita causada por la rotura de una malformación arterio-venosa hasta entonces desconocida en la paciente.
Tras este hallazgo, fue ingresada en la unidad de Neurocirugía, donde un equipo multidisciplinar compuesto por neurocirujanos, obstetras y rehabilitadores estabilizó e inició la recuperación de Saray a la vez que protegió y vigiló el buen curso de su embarazo para completar la maduración del feto.
Los especialistas valoraron entonces que los requerimientos a los que el organismo de una mujer está sometido durante su embarazo amenazaban con el riesgo de volver a experimentar un nuevo sangrado cerebral debido a su malformación vascular. Por este motivo, coordinaron el procedimiento de forma consensuada entre las unidades implicadas (Neurocirugía y Medicina Maternofetal), la paciente y su pareja.
Así, planificaron una doble intervención que consistía en una cesárea y extirpación de la lesión una vez cuidaron que su embarazo llegara a un momento óptimo. Tras evaluar los riesgos y beneficios de una intervención teniendo en cuenta la edad gestacional, decidieron organizar la cirugía para la semana 32 de embarazo. La paciente se quedó hasta entonces ingresada en la unidad Vascular por el elevado riesgo de que sufriera una nueva hemorragia cerebral.
En este tiempo se organizó un equipo multidisciplinar compuesto por Neurocirugía, Obstetricia, Anestesia, Cuidados Intensivos y Neonatología para coordinar las dos intervenciones (cesárea y craneotomía) en los quirófanos del Hospital de Rehabilitación y Traumatología. Por otra parte, se solicitó la colaboración del 061 para el traslado de la recién nacida a la Unidad de Neonatología del Hospital de la Mujer
El equipo de Obstetras de la Unidad de Medicina Maternofetal del Hospital de la Mujer, los Dr. Lucas Cerrillos y Dr. Guillermo Antiñolo, llevaron a cabo la cesárea en la que nació Pilar, una recién nacida que esta semana ha recibido el alta. A continuación, en el mismo acto quirúrgico, el equipo de Neurocirugía Vascular compuesto por el Dr. Aex Yahver Meza y el Dr. Antonio López practicaron la extirpación microquirúrgica de la malformación arterio-venosa cerebral de Saray, eliminando así la posibilidad de nuevos sangrados cerebrales durante el puerperio y el resto de su vida.
Las intervenciones cursaron sin complicaciones y el posoperatorio fue favorable. Desde el momento en que la paciente se traslada a la planta de Neurocirugía desde la unidad de Reanimación Posquirúrgica y la Unidad de Cuidados Intensivos, se contactó además con las supervisoras de hospitalización posparto del Hospital de la Mujer para que facilitaran los medios necesarios para la extracción de leche materna ya que la paciente expresó su deseo dar de lactar a su recién nacida.
A las 72 horas de la intervención y tras realizar las pruebas radiológicas que garantizan la resolución de la malformación vascular, Saray fue trasladada al Hospital de la Mujer. Allí es ingresada para continuar con los cuidados tanto puerperales como neurológicos, así como con la rehabilitación. En este tiempo se le ha seguido apoyando y facilitando los medios materiales y humanos para proseguir con la lactancia natural, a pesar de las dificultades que la paciente presentaba.
Gracias a la especialización de las unidades asistenciales y a la coordinación multidisciplinar en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, madre e hija han superado las adversidades y se encuentran perfectamente.