Un equipo de profesionales del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) y del Hospital Universitario Virgen del Rocío está trabajando en un nuevo proyecto de investigación que pretende identificar nuevas dianas terapéuticas para los tipos de neuroblastomas más agresivos, que son los tumores sólidos pediátricos extracraneales más frecuentes. Estos cánceres se caracterizan por aparecer en la edad infantil y tienen una gran heterogeneidad, dado que se han descrito en distintas localizaciones y con una gran variabilidad clínica, desde pacientes que han vivido una regresión espontánea, incluso con la enfermedad ya en fase metastásica, hasta otros que han sufrido una rápida progresión de la patología.
La inquietud de una familia española, cuyo hijo sufre un neuroblastoma, junto a la labor de la Asociación de familiares y amigos de pacientes con Neuroblastoma (NEN), presidida por Joaquín Moli, ha resultado en ‘El reto de Pablo’, una iniciativa por la que José Luis, el padre de Pablo, recorrerá mañana los 650 kilómetros que separan Sevilla y Albacete con su bicicleta de montaña (una BTT) en una sola etapa, modalidad Non Stop.
Ambas entidades recaudan fondos promocionando esta actividad y los destinan íntegramente a la financiación de proyectos de investigación sobre esta enfermedad en hospitales públicos de toda España. En concreto, las cantidades que recojan por la nueva marcha en bicicleta que parte del Hospital Infantil del Virgen del Rocío estarán dirigidos al proyecto del laboratorio ‘Fisiopatología de células madre neurales’ del IBiS, que está estudiando las células madre cancerosas de los neuroblastomas pediátricos agresivos tratados por los profesionales de la Unidad de Pediatría y Áreas Específicas del Hospital Universitario Virgen del Rocío.
Estos trabajos, coordinados en su parte de investigación básica por Ricardo Pardal y en la clínica por la oncóloga pediatra Catalina Márquez, también han recibido financiación durante tres años de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y, en la actualidad, del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Los investigadores pretenden entender el funcionamiento a nivel celular de los tumores del tipo neuroblastoma, caracterizando la presencia y el comportamiento de células madre cancerosas. El objetivo último consiste en diseñar nuevas estrategias terapéuticas para la eliminación de estas células tan virulentas, lo que redundará en una mejora del tratamiento de los subtipos más agresivos de neuroblastoma.
Hasta la fecha, ya han identificado las células madre tumorales y están ensayando su capacidad de proliferación y diferenciación, para determinar las moléculas que podrían utilizarse potencialmente como nuevas dianas terapéuticas en el tratamiento de la enfermedad. No obstante, la traslación de estos resultados a la clínica para beneficiar a los pacientes de neuroblastoma tardará todavía unos años en materializarse.
La iniciativa ‘El reto de Pablo’ contribuye a la viabilidad del proyecto, concretamente ayudando con la contratación de una investigadora predoctoral encargada de gran parte de la experimentación.
Unidad de referencia nacional CSUR para el manejo de los neuroblastomas
La Unidad de Pediatría y Áreas Específicas que lidera Laureano Fernández integra la atención de Oncología Pediátrica que prestan los profesionales en el Hospital Infantil, y que ha sido acreditada como unidad de referencia nacional para el tratamiento del neuroblastoma, el tumor sólido extracraneal más frecuente en la edad infantil y el cuarto en incidencia global, por detrás de las leucemias, los tumores cerebrales y los linfomas.
Estos especialistas atienden alrededor de 10-15 nuevos pacientes por neuroblastoma al año (un 20% de los que se diagnostican con tumores de la cresta neural en toda España), de los cuales casi la mitad se presentan ya en fases avanzadas de la enfermedad. Representa el 7% de todos los tumores malignos pediátricos y es la causa del 15% del total de muertes por procesos oncológicos en los niños.
Frente a ellos, los especialistas han desarrollado una importante investigación para predecir el riesgo de recaída al diagnóstico, lo que ha permitido clasificar a los pacientes en grupos pronósticos y de esta forma adaptar la intensidad del tratamiento al ‘riesgo’.
Al aplicar estos principios, la supervivencia de los niños con neuroblastoma ha aumentado en las últimas décadas, si bien en los casos de alto o muy alto riesgo la supervivencia no supera el 40% en la mayor parte de las series descritas, a pesar de tratamientos muy intensivos, que incluyen quimioterapia intensiva para controlar la enfermedad metastásica, tratamiento local con cirugía del tumor primitivo y radioterapia, consolidación con megaterapia y rescate autólogo de progenitores hematopoyéticos y el tratamiento de enfermedad mínima residual con inmunoterapia (anticuerpos monoclonales, interleukina-2 y ácido 13-cisretinoico a dosis altas).
Por el contrario, el restante 50-60% de pacientes sin factores de riesgo constituye un grupo muy diverso en cuanto a presentación clínica, edad y características moleculares que no requieren un tratamiento muy intenso, pero en los que es fundamental la correcta asignación de riesgo para evitar tanto el exceso de tratamiento como el infratratamiento.
Los profesionales de esta unidad tienen activos dos ensayos clínicos sobre una primera línea de tratamiento de los neuroblastomas. De hecho, el Hospital Universitario Virgen del Rocío es, junto al Hospital La Fe de Valencia, el centro español que más pacientes, con un total de 20, está colaborando en este estudio de carácter internacional. Además, los especialistas sevillanos están a punto de iniciar un tercero en fase I para los casos refractarios que no responden de manera positiva a la terapia.
El cáncer infantil
Los tumores malignos del niño y el adolescente son enfermedades poco frecuentes, pero son una de las causas de morbi-mortalidad más importante en estos grupos de edad. Aunque en las últimas décadas las tasas de mortalidad se han ido reduciendo progresivamente, el cáncer infantil aún representa la primera causa de muerte por enfermedad en niños mayores de un año.
En España, alrededor de 900-1.000 pacientes menores de 14 años de edad y entre 1.100 y 1.200 pacientes menores de 18 años son diagnosticados de cáncer cada año, lo que representa una incidencia de hasta 170 casos por millón de niños y año. Los tumores más frecuentes son leucemias, tumores del sistema nervioso central, linfomas y los tumores de la cresta neural. Actualmente, la posibilidad de supervivencia de los niños y adolescentes con cáncer es del 80% a los 5 años, es decir, de cada 5 niños diagnosticados de un tumor maligno, cuatro sobrevivirán a largo plazo.
Por otro lado, los resultados del estudio EUROCARE 5 sobre supervivencia en cáncer niños y adolescentes en el periodo 1999-2007 muestran que, a pesar de las buenas perspectivas de supervivencia que presentan las neoplasias malignas en estos grupos de edad, aún persisten desigualdades en el nivel económico entre los países del norte, centro y sur de Europa con respecto a los países del este, así como el efecto beneficioso sobre la supervivencia en aquellos países en los que se concentran los recursos y cuidados en centros de referencia.
/Publishingimages/Infantil/_t/pablo1_JPG.jpg