Hasta el 50% de las mujeres pueden desarrollar, a lo largo de su vida, algún tipo de incontinencia urinaria. El número de partos, la obesidad, los cambios hormonales de la menopausia y la edad son factores desencadenantes de esta patología, a menudo silenciada y con importantes repercusiones en la calidad de vida de las pacientes. Junto con el tratamiento médico quirúrgico, la rehabilitación ha demostrado ser una herramienta eficaz en el abordaje de este problema. Es por ello, que Hospitales Universitarios Virgen del Rocío ha puesto en marcha estos días la Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico, un dispositivo del que se beneficiarán unas 400 mujeres cada año. Ginecólogos, urólogos, rehabilitadores y fisioterapeutas trabajan juntos para diseñar el mejor tratamiento en cada caso. Los programas de rehabilitación, especialmente en la incontinencia urinaria de esfuerzo, logran evitar la cirugía y el tratamiento farmacológico en un alto porcentaje de casos, en cuanto la mujer recupera la fuerza, el tono y la elasticidad del suelo pélvico y desaparecen las frecuentes pérdidas de orina. Un protocolo de inclusión consensuado por los diferentes especialistas implicados en el abordaje de la incontinencia urinaria representa la primera clave del éxito de estos programas. Junto con el tipo de incontinencia, aspectos como padecer otras patologías asociadas, una medicación altamente diurética, barreras culturales o una mala capacidad cognitiva pueden condicionar la derivación a esta Unidad. La actitud de la paciente debe ser en todo momento colaboradora, para garantizar el buen desarrollo del programa terapéutico. Las técnicas que ofrece la Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío incluyen: sesiones grupales en las que se recomiendan normas higiénicas y pautas para una vida sana, además de ofrecer nociones básicas sobre la anatomía del suelo pélvico; ejercicios terapéuticos de corrección postural y trabajo de la musculatura complementaria; ejercicios terapéuticos de potenciación de la musculatura de suelo pélvico mediante fisioterapia o mediante técnicas de biofeedback (sistema auditivo que ayuda a controlar las contracciones) y electroestimulación (corrientes eléctricas que activan las musculaturas sin capacidad funcional). El programa, compuesto de 10 sesiones terapéuticas, se completa con el trabajo diario en casa. El diario miccional favorece la implicación de la paciente, que permanecerá en seguimiento por la Unidad durante el primer año, con revisiones a los 3 y 6 meses que permitirán medir la mejoría en su calidad de vida.