El traumatismo craneoencefálico (TCE) representa en la actualidad la primera causa de muerte e incapacidad entre la población joven, siendo los accidentes de tráfico su principal desencadenante. Importantes secuelas neurológicas, físicas y psicológicas repercuten, a menudo, en su reintegración social y laboral, a la vez que pueden representar cargas familiares. En los últimos años, diversos estudios llaman la atención sobre las secuelas neuroendocrinas que pasan desapercibidas al alta de estos pacientes, pues sus manifestaciones clínicas se solapan con las más características del TCE: alteraciones en la memoria, deficiencia motora y perceptiva, episodios de ansiedad, etc. Durante el traumatismo, puede resultar dañada la hipófisis, glándula ubicada en la base del cerebro, por lo que queda afectada su función secretora, fundamental para el buen funcionamiento del organismo.
Endocrinólogos, intensivistas, neurocirujanos y rehabilitadores de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío coordinados por los doctores Alfonso Leal Cerro, Juan Manuel Flores Cordero y María Dolores Rincón Ferri han impulsado a nivel internacional esta línea de investigación pionera y trabajan conjuntamente para determinar la verdadera incidencia del déficit hipofisario en pacientes que han sufrido un TCE severo, analizando la función hipotálamo-hipofisaria en la fase aguda, a medio y a largo plazo tras el accidente. En un primer estudio de prevalencia financiado por la Consejería de Salud y cuyos resultados fueron publicados en 2005 por la prestigiosa revista científica Clinical Endocrinology, se detectó que hasta un 24,7% de los pacientes atendidos por TCE entre los años 1998 y 2004 (sobre una muestra de 170 voluntarios) presentaba a largo plazo deficiencias hormonales pituitarias. El eje gonadotropo que regula las hormonas ováricas y testiculares relacionadas con la función sexual de hombres y mujeres era el más afectado (17% de pacientes), seguido de la deficiencia de la hormona del crecimiento (GH), en los mismos niveles, un 5,8%, que se encontraban disminuidas la función tiroidea y la suprarrenal.
Actualmente, y respaldados por el Fondo de Investigaciones Sanitarias del Ministerio de Sanidad, el grupo investigador evalúa los posibles factores de riesgo en la fase aguda que determinan el hipopituitarismo, lo que permitirá delimitar los pacientes tributarios a estudios con terapia hormonal sustitutiva y valorar su eficacia sobre su recuperación y la correcta reintegración en su entorno familiar y laboral. Asimismo, estas investigaciones ponen de manifiesto la necesidad de un seguimiento multidisciplinar de estos pacientes a largo plazo para disminuir el verdadero impacto del TCE y mejorar la calidad de vida de los afectados, principalmente jóvenes con una amplia expectativa de vida. La Sociedad Andaluza de Endocrinología y Nutrición Clínica y la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias han reconocido científicamente esta línea de trabajo de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío, centro de mayor experiencia en Andalucía en el manejo de grandes traumatizados, con excelentes resultados en la atención urgente, de cuidados intensivos, neuroquirúrgicos y rehabilitadores.