La Unidad de Alergología de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío ha iniciado este mes talleres educativos, totalmente prácticos, para que los pacientes alérgicos conozcan perfectamente su enfermedad, se adapten a ella y sepan hacer un buen uso de los medicamentos, incluyendo en ello una preparación hacia el automanejo. En opinión del Dr. Manuel Díaz, Jefe de la Unidad de Alergia, al igual que ocurre con otras patologías crónicas como la hipertensión o la diabetes, la información es vital para el paciente. En este sentido, el especialista subraya que, mientras los avances farmacológicos han sido espectaculares en el campo de los procesos alérgicos, siguen existiendo dificultades para controlar bien la enfermedad. Con el paciente bien informado, tanto en los aspectos ambientales que puedan agudizar su proceso, como en el uso correcto de sus fármacos, tendrá menos episodios agudos y reducirá su dependencia hospitalaria, añade. Los talleres representan una herramienta de formación continuada, adaptándose a la estacionalidad y al perfil de cada uno de los alérgicos, que han acogido con satisfacción esta iniciativa de Educación para la Salud puesta en marcha por el hospital sevillano. El asma, la rinitis, la urticaria y las reacciones adversas a medicamentos son las patologías que actualmente dan contenido al programa formativo, donde trabajan conjuntamente alergólogos y enfermeros. Las clases, de horario matutino inicialmente, cuentan con 15 pacientes y se imparten quincenalmente en el Centro de Especialidades Virgen de los Reyes. Hemos elegido un espacio de atención periférica a propósito matiza el Dr. Díaz, ya que nos alejamos del hospital y nos acercamos al paciente, al mismo tiempo que dinamizamos un centro destinado únicamente a consultas.
Las alergias más frecuentes son la rinoconjuntivitis, el asma bronquial, la alergia alimentaria y la alergia cutánea. Es en esta época primaveral cuando los procesos alérgicos son mas llamativos, aunque todo va a depender de cuál sea la patología específica que se está desarrollando en el propio organismo, con una incidencia muy diversa: los pólenes (olivo y gramíneas, los más frecuentes) inciden más en abril y mayo, pero también a finales de verano; los ácaros durante todo el año, aunque sobre todo en otoño. Los procesos alérgicos aumentan progresivamente. Según los profesionales, casi el 50% de la población en un futuro puede sufrir alguna patología alérgica, algo que se puede relacionar con nuestros estilos de vida actuales.