Más de 140 estudios intraoperatorios de TAC realizados durante nueve meses forman parte de la evaluación que está realizando el Hospital Universitario Virgen del Rocío, en colaboración a partir de este momento con la Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitaria de Andalucía, que ayudará a evaluar su efectividad y seguridad en las intervenciones de Neurocirugía. Se trata del primer centro español que incorpora esta avanzada tecnología diagnóstica a los quirófanos de esta especialidad médica.
Es, sin duda, una herramienta que nos aporta seguridad, mayor control en tiempo real de lo que ocurre alejado del campo de visión del cirujano, cada vez más pequeño por la consolidación de la cirugía mínimamente invasiva, explica Javier Márquez Rivas, jefe de Servicio de Neurocirugía, integrado en la Unidad Clínica de Neurociencias. Su utilización puede ser útil en aquellas intervenciones en las que el cirujano necesite información adicional a la que el campo quirúrgico habitual le ofrece: resección de tumores, colocación de dispositivos en zonas profundas del cerebro, cirugía esterotáxica y de mínima invasión, cirugía de reparación de los vasos sanguíneos y arterias cerebrales, etc.
El equipo, con un coste de 550.000 euros, puede ser de utilidad en más 375 pacientes al año, tanto adultos como pediátricos. Su tamaño, más reducido que los equipos convencionales, permite ser transportado por las diferentes áreas quirúrgicas de Neurocirugía, permitiendo así ganar en rendimiento y optimización. El doctor Márquez insiste en que los estudios intraoperatorios no sustituyen a los estudios radiológicos que los pacientes neuroquirúrgicos requieren antes de ser operados, pero sí nos ayudan durante las intervenciones, cuando la cirugía se presenta compleja y una imagen de tal resolución y calidad nos hace estar más seguros.
A diferencia de la ecografía, que también se utiliza por el equipo de Neurocirugía en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, la visualización del cerebro que nos aporta es mucho más amplia; y frente a la resonancia magnética, de la que no se han desarrollado aún equipos portátiles, el TAC realiza exploraciones más cortas (acortando tiempos), además de poder realizar estudios vasculares y de perfusión. Nuestra estrategia es la integración: múltiples fuentes y datos, que se traduce en mayor información y seguridad para el cirujano y para el paciente, concluye este neurocirujano.