Frente a las antiguas recomendaciones de inmovilización prolongada y reducción de la actividad al enfermo de corazón que atravesaba una fase aguda, como es un infarto o una angina de pecho, la rehabilitación cardiaca ha demostrado ser, según la Organización Mundial de la Salud, una terapia idónea para los pacientes con cardiopatía isquémica. Estos días se cumplen dos años de la creación de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío, coordinada por los servicios de Rehabilitación y Cardiología. Un total de 481 pacientes de diversa complejidad, con una edad que ha oscilado entre los 32 y 75 años, han sido atendidos en este dispositivo asistencial. Cardiólogos, rehabilitadores, fisioterapeutas y enfermeros especializados en el manejo de pacientes cardiacos trabajan estrechamente para lograr un objetivo claro: que los enfermos mejoren física, social y psicológicamente, favoreciendo su integración en la comunidad en el menor tiempo posible y con una buena calidad de vida.
En una primera consulta, los especialistas 1 cardiólogo y 1 rehabilitador valoran conjuntamente a cada paciente, realizándose si es necesario pruebas complementarias, como una ergometría o test de esfuerzo y una ecocardiografía. Si el paciente es candidato para iniciar el programa de actividad física, se valora cuál es el grupo de riesgo al que pertenece (bajo, moderado o grave) y se programan las sesiones de rehabilitación y fisioterapia necesarias. Los ejercicios aeróbicos e isométricos permiten al paciente ir ganando fuerzas, a la vez que le ayudan a conocer sus propios límites y, algo muy importante, recuperar la confianza en sí mismos y en la actividad diaria que pueden desarrollar , expresan los doctores Jesús Vallejo y Ana López, responsables de este programa rehabilitador en el hospital sevillano. Al ejercicio se suman los controles cardiológicos de prevención secundaria y los consejos educacionales sobre hábitos de vida cardiosaludables a través de charlas informativas en la que participan otros servicios del hospital (Endocrinología, Salud Mental, Unidad Antitabaco, etc.). Se actúa así de manera preventiva sobre múltiples factores de riesgo, reduciendo la morbimortalidad cardiovascular en esta población.
Finalizado el programa, se valora nuevamente al paciente en la consulta, realizándose pruebas de control y valorando la calidad de vida que percibe el enfermo tras la rehabilitación. Los resultados obtenidos hasta el momento permiten afirmar que los pacientes mejoran ostensiblemente su capacidad física, además de confirmarse los beneficios subjetivos de esta completa herramienta terapéutica. La Unidad de Rehabilitación Cardiaca está dotada de 1 equipo centralizado de telemetría que monitoriza la frecuencia cardiaca y parámetros electrocardiográficos de cada paciente durante los ejercicios, 1 equipo de reanimación cardiopulmonar avanzada, 1 camilla articulada, 8 bicicletas ergométricas, 2 tapices rodantes, 2 módulos espalderas, 4 colchonetas y equipos de termoterapia, electroterapia, mecanoterapia y cinesiterapia.