El Hospital Universitario Virgen del Rocío vuelve a tener presencia internacional en el campo de la investigación con el nombramiento de Enrique Calderón Sandubete, especialista de la Unidad de Gestión Clínica de Atención Médico Integral e investigador responsable de grupo en el Instituto de Biomedicina de Sevilla, como coordinador de la Red Iberoamericana sobre Pneumocystosis. El Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED), altamente competitivo y con un protagonismo clave para el entramado científico-tecnológico de los países que se dan cita en las cumbres iberoamericanas de jefes de Estado y Gobierno, financiará esta red durante los próximos cuatro años.
«El objetivo es ahondar en el conocimiento biológico y la epidemiología del hongo Pneumocystis jirovecii, así como en las manifestaciones clínicas que produce, más allá de la neumonía en los pacientes inmunodeprimidos y que, probablemente, sólo representa la punta del iceberg de la infección por este patógeno atípico», explica Enrique Calderón. Durante los primeros años de la eclosión de la epidemia del sida, la infección por Pneumocystis fue la causa más importante de mortalidad en estos pacientes, constituyendo un grave problema de salud. El desarrollo de los fármacos antirretrovirales hizo disminuir, aunque no desaparecer, la neumonía causada por este microorganismo en los pacientes con infección VIH, en los que continúa siendo la segunda causa más frecuente de infección definitoria de sida tras la tuberculosis.
Por otra parte, la utilización cada vez más frecuente de fármacos que producen depresión del sistema inmunitario, como los empleados para el tratamiento del cáncer o para evitar el rechazo de trasplantes, ha hecho que la frecuencia de neumonía por Pneumocystis haya aumentado en estos grupos de pacientes. Lo mismo parece que esta ocurriendo en los pacientes que reciben los nuevos fármacos biológicos destinados al tratamiento de algunas graves enfermedades reumatológicas o del aparato digestivo.
La neumonía por Pneumocystis en estos colectivos tiene, no obstante, características diferentes a las que presentan los pacientes con VIH. Suele manifestarse de forma más aguda, con una rápida progresión a la insuficiencia respiratoria y llegando a ser mortal en muchas ocasiones. De ahí que sea muy importante establecer un alto nivel de alerta sobre esta grave enfermedad, para que se realice lo antes posible el diagnóstico médico de la misma e instaurar el tratamiento adecuado.
El grupo del doctor Calderón ha trabajado durante los últimos años en diferentes líneas de investigación sobre esta infección, profundizando en el conocimiento de su epidemiología y fisiopatología (con la descripción de la colonización o infección asintomática en diferentes grupos de riesgo, la respuesta inflamatoria que produce esta colonización en pacientes con EPOC, la existencia de infección intrauterina, etc.) y erigiéndolo como uno de los principales expertos europeos en este campo. Una trayectoria que, sin duda, avala su reciente nombramiento como coordinador de la Red Iberoamericana sobre Pneumocystosis.
«Las investigaciones de los grupos que integramos la Red nos han permitido avanzar mucho en el conocimiento de la enfermedad, pero aún nos queda mucho por hacer», afirma el experto del Hospital Virgen del Rocío. Se han realizado los primeros estudios sobre mutaciones en Pneumocystis vinculadas a la resistencia al tratamiento en Iberoamérica, así como sobre la epidemiología molecular de la infección, se han aportado evidencias sobre el papel que la colonización por Pneumocystis puede desempeñar en la progresión de determinadas enfermedades pulmonares crónicas como la EPOC, se ha aportado luz sobre la primoinfección en niños o la posibilidad de transmisión transplacentaria, abriendo una nueva línea de investigación sobre sus implicaciones en la patología del embarazo, pero es necesario seguir buscando respuestas y soluciones.
Entre ellas, la posible secuenciación del genoma de este hongo. Es muy difícil investigar sobre la biología y genética de Pneumocystis jirovecii, al no existir métodos para su cultivo y ser una infección específica del ser humano, no siendo posible utilizar modelos animales para obtener suficiente cantidad de microorganismos. Por ello, disponer de biobancos con aislados de este patógeno o su ADN y poder compartirlos constituirá una gran ventaja para los investigadores que trabajarán en esta Red.
Los grupos que integran la Red Iberoamericana sobre Pneumocystosis (http://www.iberopneumocystis.com) son: en Brasil, el Hospital de Clínicas de Porto Alegre y la Universidad Federal de Rio Grande del Sur; en Chile, el Instituto de Ciencias Biomédicas, la Facultad de Medicina y la Universidad de Chile; en Cuba, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí; en Venezuela, el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel; en México, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados; en Portugal, el Instituto de Higiene y Medicina Tropical de la Universidad de Lisboa; en Francia, el Instituto Pasteur de Lille y el Centro de Infecciones e Inmunidad de la Universidad de Lille; y en España, el Centro Superior de Investigación en Salud Pública, la empresa Biomedal S.L y el Centro de Investigación Biomédica en Red en Epidemiología y Salud Pública, del que forma parte el grupo que dirige Enrique Calderón, integrando a profesionales del Hospital Virgen del Rocío, el Instituto de Biomedicina de Sevilla y el Hospital de Valme.