Virgen del Rocío aplica por primera vez un nuevo tratamiento de radiofrecuencia intraarterial en un paciente con hipertensión arterial de difícil manejo

Publicada el: 2012-03-27 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

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Momento de la intervención novedosa realizada en el Hospital Virgen del Rocío
 
Un varón de 51 años con hipertensión arterial refractaria, es decir, que no responde al tratamiento farmacológico, ha sido el primer paciente tratado por el equipo de la Unidad de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Universitario Virgen del Rocío, que coordina el doctor Javier Peiró dentro de la Unidad de Gestión Clínica de Diagnóstico por la Imagen. A través de un catéter que incorpora radiofrecuencia y que se introduce por la arteria femoral (zona de la ingle), los especialistas han bloqueado la acción del principal responsable de una presión sanguínea elevada: el sistema nervioso simpático que recubre la pared interna de las arterias renales. El procedimiento se denomina denervación renal intraarterial.
 
Se trata de una técnica aplicada bajo una autorización especial (uso compasivo), en cuanto se encuentra aún poco extendida a nivel internacional, pero que arroja cifras muy esperanzadoras en los últimos estudios multicéntricos realizados, con el 85% de respuesta al tratamiento a los dos años de la intervención. El Hospital Universitario Carlos Haya ha sido el primer centro andaluz que ha realizado este tipo de intervención, con un paciente tratado en febrero y que actualmente mantiene un registro de hipertensión controlada. Precisamente, el equipo del doctor Peiró ha contado con el apoyo del equipo malagueño, encabezado por el doctor José Joaquín Muñoz.
 
Los doctores Peiró y Muñoz, junto al equipo de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Virgen del RocíoEl procedimiento tuvo lugar el pasado miércoles y, tras 48 horas de hospitalización, el paciente ha recibido el alta. Seguirá necesitando un estrecho control por parte de los profesionales de la Unidad de Riesgo Vascular e Hipertensión Arterial del hospital, perteneciente a la Unidad de Gestión Clínica de Atención Médica Integral. Los criterios de selección de estos pacientes, según insisten los internistas responsables del manejo de esta enfermedad, deben ser exhaustivos. Obligatoriamente debe tratarse de una hipertensión refractaria al tratamiento con cuatro o más fármacos a dosis plena, incluyéndose un diurético. Además debe descartarse que se trate de una hipertensión secundaria a otra enfermedad no diagnosticada hasta ese momento. Padecer diabetes tipo I es otro factor excluyente, entre otros.
 
Pero no deja de ser una alternativa esperanzadora para pacientes como el intervenido la semana pasada en el hospital sevillano, con más de 25 años de evolución y con un tratamiento de hasta ocho fármacos diferentes que no han conseguido reducir los elevados niveles de presión arterial y el consiguiente riesgo de complicaciones, accidente cerebro vascular, o insuficiencia renal.