El Hospital Universitario Virgen del Rocío cuenta con un protocolo de derivación de los pacientes que acuden a Urgencias por sufrir una pérdida de conciencia repentina y que ha permitido, en los últimos años, detectar con el máximo grado de eficacia la gravedad de los casos. Cardiólogos y médicos de Urgencias trabajan juntos en el abordaje de lo que se conoce también como síncope, el síntoma que genera hasta un 2% de las consultas urgentes de un centro hospitalario. La Sociedad Española de Cardiología, durante la IX Reunión Anual de la Sección de Electrofisiología y Arritmias, ha premiado recientemente la comunicación en la que los especialistas del hospital sevillano compartían sus resultados en esta materia.
En este sentido, el hospital sevillano ha conseguido homogeneizar la atención que reciben estos pacientes, logrando clasificarlos correctamente dentro de las diferentes escalas de riesgo que establecen las guías europeas de síncope. De esta forma, los pacientes que son considerados graves se diagnostican a tiempo, procediendo a su ingreso hospitalario para pruebas y tratamiento específicos. Por otro lado, los que no son considerados graves pero tienen un riesgo de eventos a medio plazo se derivan para un estudio exhaustivo y seguimiento permanente a las consultas de Cardiología. Por último, los que no tienen una patología importante de base son dados de alta.
La serie de casos presentada por los especialistas del Hospital Universitario Virgen del Rocío se ha centrado en el periodo de dos meses de asistencias, entre noviembre y diciembre de 2009. El equipo de Cardiología mantiene en la actualidad el seguimiento de todos los pacientes hasta que se cumpla un año desde la fecha del primer síncope, con el fin de determinar si los criterios de diagnóstico y riesgo son correctos o deben ser ajustados.
De los más de 20.000 pacientes que acudieron a Urgencias, 330 lo hicieron por pérdida de conciencia. El diagnóstico más común fue de síncope neuromediado (desmayo sin origen patológico), con un 64% del total de casos registrados, seguido el síncope de causa desconocida, con un 18% de casos, el síncope por bajada de tensión ortostática (descompensación de los tratamientos farmacológicos), con un 9%, y el síncope cardíaco (por enfermedad cardíaca), también con un 9%.
Tras las diferentes acciones diagnósticas realizadas, se indicó el ingreso hospitalario en sólo el 9% de los casos, frente a otras series publicadas internacionalmente, donde esta cifra ha oscilado entre el 16% y el 98%. Otro 6% de los pacientes permaneció en el área de Observación entre 24 y 48 horas para recibir posteriormente el alta. El resto
fue dado de alta directamente desde Urgencias. Subrayar que en los pacientes que se clasificaron por origen desconocido, se indicó la derivación a consultas de Cardiología en el 46,20% de los casos.
Con este protocolo de asistencia conseguimos que cualquier paciente que sufre un desvanecimiento, con la consiguiente preocupación y ansiedad que genera para él y su familia no saber por qué le ocurre y si volverá a repetirse, tenga, en la gran mayoría de los casos, un diagnóstico seguro que rompa con esa incertidumbre, explica el doctor Gonzalo Barón Esquivias, responsable de las consultas de Cardiología en la Unidad de Gestión Clínica Intercentros del Área del Corazón y uno de los principales autores de la comunicación premiada por la sociedad científica.
El resto de autores del estudio, titulado Evaluación de la etiología y de la actitud de los médicos en urgencias ante los pacientes que consultan por pérdida de conciencia, han sido: Agustín Fernández, Eva María Cantero, Juan Parejo, Álvaro Arce, Nieves Romero y Ángel Martínez, también de Cardiología, y Mariano Zamora y Emilio Montero, de la Unidad de Gestión Clínica de Cuidados Críticos y Urgencias.
Es un modo de actuar consensuado que nos aporta seguridad en las decisiones clínicas que tomamos con cada paciente, tanto diagnósticas como terapéuticas, añade este cardiólogo, coordinador a nivel nacional del Grupo Español de Estudios del Síncope en Urgencias (Gesinur), que acaba de publicar sus últimas investigaciones en la Revista Europea de Arritmias.