Hospitales Universitarios Virgen del Rocío ha recibido de la Sociedad Española de Medicina Nuclear el Premio al Mejor Artículo Científico publicado durante 2007 en la Revista Española de Medicina Nuclear. Los autores del trabajo, titulado Pacientes tratados por carcinoma diferenciado de tiroides con rastreos de I-131 negativos y niveles de tiroglobulina elevados. Una evolución posible, son los doctores Antonio Gutiérrez Cardo, José Ramón Rodríguez Rodríguez, Isabel Borrego Dorado, Elena Navarro González, Juan Luis Tirado Hospital y Ricardo Vázquez Albertino, de la Unidad Clínica de Gestión de Medicina Nuclear y la Unidad Clínica de Gestión de Endocrinología y Nutrición. El cáncer diferenciado de tiroides es el tumor endocrinológico más frecuente en nuestra población, y afecta más a las mujeres que a los hombres. Los protocolos de actuación, que incluyen la cirugía del tumor, el tratamiento con Yodo radiactivo (I-131) y el seguimiento mediante determinaciones de los niveles de tiroglobulina en sangre y rastreo de cuerpo entero con I-131 han permitido obtener unas altas tasas de curación de la enfermedad. La incorporación reciente de la PET a estos procedimientos ha mejorado la precisión diagnóstica en los casos de sospecha de recurrencia de la enfermedad; especialmente cuando existen niveles elevados de tiroglobulina sanguínea sin que se pueda demostrar la existencia de enfermedad en los rastreos diagnósticos con I-131. El estudio demuestra que niveles elevados de tiroglobulina en sangre, que se suelen considerar expresión de la existencia o recurrencia de enfermedad tumoral, pueden normalizarse progresivamente a lo largo de los años. El estudio pone de manifiesto que la PET, cuando es negativa en estos casos, refuerza la posibilidad de que el paciente se encuentre libre de enfermedad, prediciendo la normalización progresiva de la tiroglobulina. Este grupo de trabajo ya había obtenido anteriormente otro premio científico por sus investigaciones sobre cáncer diferenciado de tiroides y PET, lo que pone de manifiesto la importancia de las sinergias científicas entre diferentes unidades clínicas y de la utilización de protocolos normalizados de trabajo que incorporen los avances técnicos con criterios rigurosos desde el punto de vista científico, favoreciendo su máximo rendimiento clínico.