Profesionales de enfermería de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros Área del Corazón del Hospital Universitario Virgen del Rocío han recibido recientemente el premio al mejor trabajo presentado durante el 33 Congreso Nacional de la Asociación Española de Enfermería en Cardiología. El objetivo del mismo era analizar la implicación de estos profesionales en el abordaje de los problemas de sexualidad que aparecen con elevada frecuencia tras un infarto agudo de miocardio o por una insuficiencia cardiaca congestiva, tanto en hombres como en mujeres, y a cualquier edad. Han sido tres años de trabajo, analizando las historias de 183 pacientes.
Tamara Moya, Socorro Iglesias, María del Carmen González y Enrique Torné, de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros Área del Corazón, y Luis López, supervisor de Investigación y Gestión del Conocimiento, han sido los autores de este estudio, en el que la principal conclusión ha sido que aún es insuficiente la información que se recaba sobre los pacientes ingresados en cuanto a diagnósticos enfermeros de disfunción sexual y patrón sexual inefectivo. Algo que ha servido para que en el hospital sevillano se active un plan específico de formación a todo el personal de enfermería implicado en el manejo del paciente cardiaco, especialmente en las áreas de hospitalización (planta, box de cuidados intermedios o unidad de trasplante cardiaco).
«Tras la fase de formación, actuaremos sobre nuestra labor diaria de cuidados e intervención, así como desde el punto de vista de apoyo al paciente y su pareja, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los mismos», afirma Socorro Iglesias, responsable de enfermería en el Área del Corazón y una de las autoras de la comunicación premiada a nivel nacional. Y es que la salud sexual es uno de los aspectos que más cambios experimenta en la vida de un paciente cardíaco, con el consiguiente impacto psicológico, generando sentimientos de baja autoestima, culpabilidad, ansiedad, depresión, reingresos hospitalarios, falta de adherencia al tratamiento y problemas de pareja, entre otros problemas.
Según estudios recientes, la prevalencia de la disfunción eréctil tras infarto se sitúa entre el 38% y el 78%.Tras cuatro años de haber sufrido un infarto, un tercio de los pacientes pueden llegar a padecer este problema, mientras que casi el 60% experimenta una disminución del deseo sexual. En la insuficiencia cardiaca, los porcentajes son también elevados, con un 73% de pacientes que presenta pérdida total o parcial de interés sexual y el 58% incapacidad absoluta para tener relaciones sexuales.
«Nuestro papel es clave, en cuanto estamos en continuo contacto con el paciente y su familia durante su estancia hospitalaria, tenemos una formación multidisciplinar y nuestra profesión nos permite tener una visión holística del paciente», explica Tamara Moya, enfermera del Área del Corazón y sexóloga. «Hemos comprobado que la mayoría de nuestros pacientes quieren recibir información sobre aspectos relacionados con su vida sexual a partir del alta, pero que sienten vergüenza a solicitarla», añade. «E igual ocurre por parte de los profesionales de enfermería que trabajamos en Cardiología, que nos quedamos en una información superficial», confiesa.
Es por ello que existe una apuesta decidida del equipo que coordina Socorro Iglesias de convertir la intervención enfermera en sexualidad en una parte más de la calidad de la atención sanitaria a los pacientes cardiacos, entendiendo que redundará positivamente en su recuperación, mejorará el bienestar general y contribuirá a que pronto vuelva a recuperar la normalidad en su vida.