El Hospital Universitario Virgen del Rocío ha actualizado su Plan de Atención a Múltiples Víctimas, necesario para que los profesionales puedan prestar una asistencia sanitaria inmediata, ordenada y de calidad ante una posible catástrofe colectiva o un siniestro generalizado. El protocolo, que se está dando a conocer al personal del centro, se ha consensuado tras más de dos años de trabajo en los que se ha estudiado cómo adaptarlo a los cambios que se han ido desarrollando en este tiempo en el complejo, máxime en las áreas de atención directa a las víctimas.
El primer plan se elaboró en el año 1991 y se ha probado con éxito en tres ocasiones simuladas. La primera, emulando un accidente aéreo en el Aeropuerto San Pablo de Sevilla (ICARO). La segunda fue con un incidente ferroviario en la estación de San Bernardo. Y la tercera llegó a petición de la NASA, que quiso simular un incidente aeroespacial con aterrizaje forzoso en la base de Morón de la Frontera al ser esta la única pista que reúne las condiciones necesarias para una emergencia entre los minutos 5 a 7 de las salidas desde Cabo Cañaveral. En este caso, los astronautas serían trasladados al centro sevillano para recibir asistencia sanitaria.
Además, el Plan ha sido activado en este tiempo con éxito por varios casos reales, tanto en su fase restringida como ampliada. Por ejemplo, tras el hundimiento de la plataforma y en decorado del Teatro de la Maestranza en 1992, en la madrugada del Viernes Santo del año 2000, el desplome de la primera planta de Muebles Peralta en Bellavista también en el 2000, y tras un accidente de autobús en la autovía de Huelva-Sevilla en 2001 con múltiples víctimas.
El Plan de Atención a Múltiples Víctimas consta de varios niveles de alarma en función del número de víctimas y la gravedad de las mismas. En el primer nivel se activaría sólo al personal de presencia física en el hospital, ampliándose a profesionales localizados e incluso a quien se encuentre de descanso, según las necesidades. Para garantizar una adecuada coordinación entre los todos los implicados, se prevé que a cada uno de ellos se le haga entrega de una hoja con sus funciones específicas, aunque ya está disponible en la red interna del hospital por si la quisieran consultar.
Una vez activado, el objetivo inicial es aumentar la disponibilidad de espacio y recursos para la atención de estos pacientes, habilitando áreas que habitualmente tienen otra utilidad y dotándolas con material almacenado específicamente para tal fin.
Posteriormente, un equipo integrado por personal de enfermería, médico y administrativas se encargará de la recepción de las víctimas y mediante un sistema de priorización establecerá el circuito que deben seguir, señalando la ubicación de las mismas y agilizando la atención de los pacientes más graves.
Este plan ha sido consensuado con todos los servicios implicados, entre ellos, Cuidados Críticos y Urgencias, Anestesiología, Hematología y Hemoterapia, Traumatología, Neurociencias, Cirugía General, Cirugía Plástica y Grandes Quemados, Diagnóstico por la Imagen, y la Coordinación de Trasplantes.
Además, el centro ha organizado sesiones formativas para dar a conocer el funcionamiento de los nuevos protocolos, tanto propias como a demanda de las unidades implicadas. Ya entre los años 2000 y 2008 se realizaron nueve ediciones en el Hospital de Rehabilitación y Traumatología para adiestrar a todo los profesionales de los diferentes estamentos que intervienen en la activación de la alarma. Estas actuaciones responden al Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
Unidad de Descontaminación NBQR
Por otro lado, el Hospital Universitario Virgen del Rocío dispone desde el 2009 de una Unidad de Descontaminación para víctimas de agentes nucleares, biológicos, radiológicos y químicos, promovida igualmente por el Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en los hospitales públicos de la comunidad autónoma, de acuerdo a los estándares de la Sociedad Norteamericana de Cuidados Críticos. Entre 2009 y 2011, organizó un plan de formación con idea de completar el adiestramiento de todo el personal de los 29 hospitales del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
En estos accidentes, los afectados deben ser aislados y permanecer en una zona específica para proceder a su descontaminación y tratamiento inmediato, antes de entrar en el hospital, según se haya producido un daño en cualquiera de las barreras defensivas del organismo: dermis y aparato respiratorio, principalmente. Es por ello que requiere material específico para equipar tanto a los profesionales que atienden a las personas afectadas como las instalaciones en las que se les asiste.
Estos casos conciernen especialmente a los profesionales que trabajan en la Unidad de Cuidados Críticos y Urgencias del Hospital General, por ser la puerta de entrada preferente para las personas que pueden padecer un problema de este tipo.