Esta estrategia ordena el incremento de espacios, personal y recursos necesarios para dar una respuesta ágil e inmediata a los niños que puedan verse envueltos en una catástrofe colectiva
El Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla ha actualizado su Plan de Atención a Múltiples Víctimas para incorporar un Plan específico de Atención al Paciente Pediátrico, necesario para que los profesionales puedan prestar una asistencia sanitaria inmediata, ordenada y de calidad ante una posible catástrofe colectiva o un siniestro generalizado que incluya víctimas en edad pediátrica.
El protocolo, que se ha presentado hoy oficialmente al personal del centro por la directora gerente, Nieves Romero y la directora de la UGC de Urgencias pediátricas M Jesus sanchez, se ha consensuado tras más de un año de trabajo. En este tiempo, contando con la participación de un gran número de profesionales, se ha estudiado cómo adaptarlo a las necesidades específicas que presentarían los menores de edad llegado el caso de que ocurriera un accidente importante en el que se vieran implicados. Se trata, por tanto, de un conjunto de medidas de actuación para controlar las consecuencias sobre la salud de los afectados de la manera más eficaz posible. La estrategia implica al Hospital Universitario Virgen del Rocío, los dispositivos de transporte críticos y no críticos, y a otros hospitales.
Además, ha supuesto la adquisición de material específico para poder atender mejor a los niños en caso de que se originara una situación de este tipo. Así se han adquirido un respirador de transporte, tablas y dispositivos de fijación espinal, pistolas intraóseas para la fijación de la vía al hueso, fibrobroncoscopios para la intubación difícil de la vía aérea y mascarillas especiales, con una inversión total que ha superado los 150.000 euros. Esta inversión se suma a la reciente inauguración de la nueva observación del Hospital Infantil, que cuenta con 13 boxes individuales dotados de todos los avances disponibles.
Esta actualización se ha llevado a cabo después de que el plan global del centro se revisara el año el año pasado para también incorporar los cambios estructurales, de espacios y recursos que se han ido desarrollando en este tiempo en el complejo, máxime en las áreas de atención directa a las víctimas. En general, estaba enfocado a adultos que han sufrido traumatismos, aunque también existe un anexo concreto para la atención quemados, dado que el Hospital Universitario es centro de referencia nacional CSUR para la asistencia del paciente gran quemado que sufre un elevado compromiso vital.
De modo que en este Plan de Atención a Múltiples Víctimas se desarrollaban de forma paralela e independiente la atención a pacientes adultos y pediátricos. Frente a ello, la nueva actualización prioriza como objetivo integrar y coordinar todas las unidades que forman el complejo hospitalario para optimizar la atención y compartir recursos y conocimientos, mejorando la eficiencia y calidad en la atención, siendo posible atender a mayor número de víctimas con los recursos existentes.
Y para afrontar lo imprevisto de estas situaciones, los profesionales han diseñado una estrategia que reúne las siguientes características: inmediatez, gracias a una fácil activación del plan; agilidad, mediante el establecimiento de circuitos bien definidos; coordinación, asignando funciones específicas a cada interviniente; y conocimiento, que se adquiere gracias a una difusión exhaustiva de esta iniciativa.
La difusión del plan, que ha comenzado hoy, incluirá varias reuniones con grupos específicos, que incluyen los responsables de todas las unidades implicadas y los jefes de la guardia, asi como la realización de dos simulacros ya planeados para los próximos meses.
El primer plan general de atención a múltiples víctimas, centrado en el adulto, se elaboró en 1991
El primer plan se elaboró en el año 1991 y se ha probado con éxito en cuatro ocasiones simuladas. La primera, emulando un accidente aéreo en el Aeropuerto San Pablo de Sevilla (Icaro), la segunda fue con un incidente ferroviario en la estación de San Bernardo, la tercera llegó a petición de la NASA, que quiso simular un incidente aeroespacial con aterrizaje forzoso en la base de Morón de la Frontera al ser esta la única pista que reúne las condiciones necesarias para una emergencia entre los minutos cinco a siete de las salidas desde Cabo Cañaveral. Y la cuarta, en marzo del año pasado cuando, en colaboración con AENA, se probó la respuesta ante un accidente aéreo.
Además, el plan ha sido activado en este tiempo con éxito por varios casos reales, tanto en su fase restringida como ampliada. Por ejemplo, tras el hundimiento de la plataforma y en decorado del Teatro de la Maestranza en 1992, en la madrugada del Viernes Santo del año 2000, el desplome de la primera planta de Muebles Peralta en Bellavista también en el 2000, tras un accidente de autobús en la autovía de Huelva-Sevilla en 2001 con múltiples víctimas y, más recientemente, tras un accidente de tren a la altura del municipio de Arahal.
El Plan de Atención a Múltiples Víctimas consta de varios niveles de alarma en función del número de víctimas y de su gravedad. En el primer nivel se activaría sólo al personal de presencia física en el hospital, ampliándose a profesionales localizados e incluso a quien se encuentre de descanso, según las necesidades. Para garantizar una adecuada coordinación entre los todos los implicados, se prevé que a cada uno de ellos se le haga entrega de una hoja con sus funciones específicas, aunque ya está disponible en la red interna del hospital para consultas.
Una vez activado, el objetivo inicial es aumentar la disponibilidad de espacio y recursos para la atención de estos pacientes, habilitando áreas que habitualmente tienen otra utilidad y dotándolas con material almacenado específicamente para tal fin. Posteriormente, un equipo integrado por personal de enfermería, médico y administrativas se encargará de la recepción de las víctimas y mediante un sistema de priorización establecerá el circuito que deben seguir, señalando su ubicación y agilizando la atención de los pacientes más graves.
De hecho, el plan se estructura en dos fases: una primera de evacuación, que consiste en dar altas en planta y salas de espera a todos los pacientes que no requieren una atención urgente para aumentar la disponibilidad de espacio y camas; y una segunda de recepción y asistencia de las víctimas, que comienza con una clasificación de los pacientes en función de la gravedad y su posterior ubicación en las distintas áreas de asistencia que estarán dotadas con los equipos necesarios para atenderlas en función de su complejidad.
Este plan ha sido consensuado con todos los servicios implicados, ya que el centro ha organizado sesiones formativas para dar a conocer el funcionamiento de los nuevos protocolos, tanto propias como a demanda de las unidades implicadas, así como con otros organismos externos como la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES), quien en primer lugar se encarga del transporte y atención urgente y emergente de las víctimas de una catástrofe. Todas estas actuaciones responden al Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
Con la incorporación al plan de atención a múltiples victimas del protocolo específico para víctimas pediátricas, el centro está aun mas preparado para atender con mayores estándares de calidad a este tipo de situaciones.