Con la llegada del verano, Hospitales Universitarios Virgen del Rocío ha adaptado sus platos para que los pacientes ingresados puedan seguir con el mismo apetito a pesar de las altas temperaturas que llegan a registrarse en esta época en la ciudad. La Cocina Central del centro, en la que trabajan más de 300 profesionales, en colaboración con la Unidad de Nutrición y Dietética del Servicio de Endocrinología, ha elaborado un nuevo menú en el que los platos fríos, las verduras y las frutas de temporada son los ejes principales. El verano también ha llegado a nuestras cocinas, con platos que se ajustan a esta estación del año sin olvidar las preferencias y la cultura gastronómica de Sevilla y Andalucía en general , expresa el jefe de servicio de Cocina, Joaquín Clement.
De esta forma, un plato estrella en esta época, como es el gazpacho o el salmorejo con su correspondiente guarnición no faltará en las bandejas del menú basal (sin restricciones) del hospital sevillano. Rico en nutrientes, es también ideal para mantener el organismo hidratado. Las ensaladas, simples y combinadas con variedad de lechugas, tampoco estarán ausentes para acompañar a pescados y carnes. Asimismo, se introducen las ensaladas de pasta y arroz. Los platos fríos, según los especialistas en Nutrición y Dietética, tienen características beneficiosas para el paciente, ya que se hacen más apetecibles que las comidas calientes e inciden en la recuperación del apetito. De postre, las necesarias y saludables frutas de temporada son la opción principal. La sandía y el melón, ya cortados y sin pepitas, darán color y variedad a un menú muy equilibrado y saludable, nutricionalmente hablando.
Debe destacarse el permanente esfuerzo de nutricionistas y dietistas para introducir platos nuevos en las denominadas dietas terapéuticas o con algún tipo de restricción. Estudiada cada solicitud, se estudian posibles combinaciones y novedades. En la dieta blanda, segunda más frecuente después de la basal, se han incorporado la crema fría de guisantes con guarnición de picatostes horneados y huevo duro y el pudín de salmón. En el campo de guisos, por lo delicado de la composición y elaboración de estas dietas, se está elaborando como novedad en el recetario la cazuela de pescado.
Por último, Hospitales Universitarios Virgen del Rocío, sensible al progresivo incremento de patologías como la intolerancia al gluten o la lactosa, está utilizando alimentos que no contienen estas sustancias, así como está introduciendo productos de soja, cuyos beneficios para la salud están muy demostrados.
Con una gama de 42 dietas, son posibles medio millar de platos diferentes en la Cocina Central del complejo hospitalario, que se definen y controlan gramo a gramo desde la Unidad de Nutrición y Dietética Clínica, compuesta por médicos, bromatólogos y dietistas. Sumando desayuno, almuerzo, merienda y cena, se preparan unas 6.000 comidas diarias para los aproximadamente 1.200 pacientes ingresados. Del total de estas comidas, un 56% son dietas denominadas basales (sin restricciones) y un 44% son terapéuticas. Además, se elaboran diariamente unas dietas personalizadas para pacientes con características especiales.