La salud pública, la vigilancia epidemiológica y el control de las infecciones nosocomiales, objetivos del Servicio de Medicina Preventiva

Publicada el: 2005-08-16 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

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La prevención es la razón de ser de nuestra especialidad, explica el Dr. Manuel Conde, Jefe de Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío. Un equipo humano de 20 profesionales vigila diariamente la aparición de nuevas enfermedades e infecciones en determinados grupos de población y pacientes, así como en los propios trabajadores del complejo hospitalario. La inmunización de la población más frágil y los propios profesionales sanitarios con programas individualizados de vacunación, la prevención del contagio de enfermedades infecciosas, especialmente tuberculosis, sida y hepatitis, el control de la bioseguridad en las instalaciones para reducir las infecciones nosocomiales y la activación del sistema de alerta ante patologías de declaración obligatoria son las principales herramientas para esta importante tarea.

 

Durante 2004, las actuaciones en Salud Pública y Salud Laboral han beneficiado a un total de 8.685 personas. Subrayar, en este apartado, la consolidación del programa especial de vacunación infantil, desarrollado de manera pionera por el Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública. En 2004, se han incorporado al mismo 421 niños, en su mayoría, enfermos inmunodeprimidos. La propia enfermedad y los tratamientos de larga duración que precisan alteran su sistema inmunitario, aumentando su riesgo de infecciones. Por ello, se diseña un programa individualizado que valora exhaustivamente la naturaleza del déficit inmunológico, la prevalencia y la gravedad de la infección inmunoprevenible y, por último, la eficacia y seguridad de cada vacuna.

 

Las actuaciones intensivas en Bioseguridad han permitido minimizar el impacto de las infecciones nosocomiales, con la evaluación permanente de la calidad de la limpieza, los controles DDD (desinsectación, desratización y desinfectación), el programa de segregación de residuos biosanitarios, el estudio del aire (climatización de las áreas más sensibles, como quirófanos, UCI, unidades de trasplantes, habitaciones de aislamiento, etc.), el control diario de la cloración del agua, la adaptación de las nuevas instalaciones a las actuales normas de bioseguridad, la garantía de los procesos de esterilización, la formación permanente del personal, la implantación de diferentes protocolos de higiene personales y generales, etc. La prevención y el control de las infecciones nosocomiales en pacientes ingresados pasa por la evaluación constante de los grupos de mayor riesgo, habiéndose estudiado hasta 3.442 pacientes en 2004. La vigilancia epidemiológica de la población ha permitido, a su vez, detectar 333 casos de enfermedades de declaración obligatoria, así como identificar y estudiar 288 brotes diversos.