Más de la mitad de las intervenciones quirúrgicas que se realizan en los quirófanos del Hospital Universitario Virgen del Rocío son sin ingreso. La eliminación de cataratas, la práctica de cateterismos cardiacos que solucionan arritmias, la realización de artroscopias frente a problemas articulares, la corrección de hallux valgus (juanetes), o la extirpación de nevus (lunares), hernias de la pared abdominal, hemorroides, bocios y vasectomías, son algunas de las intervenciones ambulatorias en las que los profesionales dan de alta al paciente en el mismo día.
La elevada cualificación de los profesionales ha permitido consolidar la Cirugía Mayor Ambulatoria, que inicialmente se fomentó en el Hospital Duques del Infantado y en el Centro de Diagnóstico y Tratamiento, y en la actualidad se ha extendido a todos los hospitales del campus del Virgen del Rocío. Los avances en las técnicas anestésicas, el desarrollo de la cirugía de mínima invasión y el cambio del modelo de gestión clínica han contribuido también al auge de las operaciones ambulatorias.
La creciente confianza que los usuarios han manifestado sobre la seguridad y la eficacia los circuitos asistenciales sin ingreso ha sido también determinante. Así, si hace 15 años los pacientes se mostraban reticentes a volver rápido a casa y las intervenciones menores requerían de uno o varios días de hospitalización, en la actualidad demuestran una gran satisfacción al poder recibir el alta en menos de 24 horas desde su llegada al centro.
En los casos más complejos incluye una llamada de los profesionales al domicilio del paciente al día siguiente del alta. Este ‘pase de visita telefónico’ permite preguntar por su estado de salud y que los profesionales sanitarios vigilen el postoperatorio, con el apoyo del personal de Atención Primaria.
La Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) permite hoy tratar problemas de mayor complejidad que la cirugía menor. No obstante, los profesionales del Hospital Virgen del Rocío siguen practicando otras operaciones menores cada año. Así, por ejemplo, se realizan más de 24.000 intervenciones de este tipo.
Esto ha permitido desarrollar este modelo y mantenerlo en situaciones de reestructuración como la pandemia actual por coronavirus, junto a las intervenciones tumorales, urgentes, trasplantes, y las que programadas de una patología benigna que puede empeorar su pronóstico si se demora la cirugía. Todo ello supone más del 70% del total de operaciones que se hacen cada año en los quirófanos del hospital, y que ascienden a más de 42.500 cirugías. De ellas, más de 21.000 se efectúan sin ingreso, unas 17.500 se programan y precisan la hospitalización del paciente, y otras 4.000 se realizan con carácter urgente.