El uso de las tecnologías de diseño asistido por computador e impresión 3D ha demostrado reducir el tiempo en quirófano, más precisión en los resultados y acelerar la recuperación, además de mejorar la comunicación entre el profesional y el paciente
El Laboratorio de Fabricación Digital (FAB-LAB) del Hospital Universitario Virgen del Rocío ya ha generado más de 2.000 modelos en realidad virtual para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes del hospital. El uso de esta tecnología, que se empezó a utilizar en el hospital hace algo más de una década, ha demostrado en este tiempo que agiliza el tiempo en el quirófano, mejora los resultados quirúrgicos y acelera la recuperación tras la intervención reduciendo el riesgo para el paciente. Además, ya han fabricado más de 500 modelos por impresión 3D que facilitan a los pacientes y familiares la comprensión de su enfermedad o del procedimiento quirúrgico a realizar.
La incorporación de la realidad virtual llegó al Hospital Universitario Virgen del Rocío en 2005 con el proyecto de innovación tecnológica sobre Soporte a la Planificación Quirúrgica basado en Realidad Virtual y cuyo resultado fue el programa VirSSPA liderado por Cirugía Plástica, Cirugía Maxilofacial y el Grupo de Innovación Tecnológica, que luego en 2010 se mejoró con modelos más precisos y avanzados. Las primeras impresiones 3D se hicieron en 2011 en materiales rígidos y se pusieron a disposición de los especialistas en Cirugía Maxilofacial y Cirugía Plástica.
Dos años después, los cardiólogos pediatras comenzaron a incorporar esta tecnología en su práctica clínica. Se introdujeron entonces materiales flexibles para facilitar su uso en la planificación de las cirugías cardíacas, de manera que el cirujano puede manipularlos más fácilmente utilizando su instrumental quirúrgico, simulando de manera más realista la intervención antes de entrar en el quirófano.
En la actualidad, ya son siete las especialidades que recurren a esta tecnología para mejorar su experiencia en la sala de operaciones y ofrecer una mayor garantía de seguridad y precisión al paciente. Así, además de Plástica, Cirugía Maxilofacial y Cardiología Pediátrica, se ha extendido a la Cardiología de adultos, Neurocirugía, Cirugía Ortopédica y Traumatología, Cirugía Oncológica (fundamentalmente tumores óseos) y Urología/Nefrología.
En concreto, la realidad virtual y la impresión de modelos 3D han demostrado su utilidad para la corrección de asimetrías faciales, reconstrucciones de mama, diseño de implantes, cirugía de la vía aérea, tumores mandibulares, malformaciones/fracturas complejas de la cara, modelado de placas de reconstrucción, etc.
Los profesionales del FAB-LAB fabrican además modelos para pacientes pediátricos que sufren de cardiopatías congénitas. En el área traumatológica, para las fracturas complejas de pelvis, rodillas, y malformaciones oseas. Igualmente, colaboran en la planificación de la cirugía de los sarcomas óseos y de Ewing.
El FAB-LAB es un espacio que se integra en el Grupo de Innovación Tecnológica del Hospital Universitario Virgen del Rocío, que lidera Carlos Parra. Presta servicio a todas las unidades de gestión clínica y se autofinancia a través de proyectos de investigación que gestiona la Fundación Pública Andaluza Gestión e Investigación en Salud Sevilla (FISEVI). El responsable científico es el Dr. Tomás Gómez Cía, director de la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados; y el responsable técnico es Gorka Gómez Ciriza, ingeniero industrial. Además, cuentan con un bioquímico y programador, José Antonio Rivas y con la ingeniera de telecomunicaciones la Dra. Cristina Suárez. Se trata, por tanto, de un recurso que el hospital sevillano pone a disposición de todos los profesionales clínicos que requieran de un modelo personalizado de su paciente.