La Unidad de Grandes Quemados del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha renovado parte de sus instalaciones y la bañera terapéutica eléctrica de tratamiento que existe en la planta, y que los especialistas utilizan para el complejo cuidado y recuperación de estos pacientes.
Sus profesionales atienden cada año a unas 180 personas con estas lesiones y otras 1.000 urgencias relacionadas con quemaduras provocadas por el fuego, una explosión o un accidente eléctrico, entre otros. Esta unidad, de referencia dentro del Sistema Nacional de Salud, da respuesta a una población de unos nueve millones de habitantes, como unidad de referencia de quemados, abarcando toda Andalucía, algunas zonas del sur de Extremadura, Ceuta, Melilla y Canarias.
La bañera terapéutica es un equipo electromédico que dispone de un triple sistema de seguridad: control de temperatura, protección triple contra escaldaduras y autollenado.
El trabajo de sustitución de la bañera terapéutica, con la opción de hidrosonidos, ha estado planificado por las subdirecciones asistenciales del Hospital de Rehabilitación y Traumatología, donde se ubica esta planta, junto a la Subdirección de Ingeniería y Mantenimiento y el servicio de Medicina Preventiva del hospital. Finalmente, es ejecutado por el personal de mantenimiento propio dentro de su actividad diaria.
Otras actuaciones del personal de Mantenimiento
Los profesionales del servicio de Mantenimiento del Hospital Universitario Virgen del Rocío realizan actuaciones de mejora a diario en todos los centros hospitalarios. Entre ellas, destacan la adecuación del tubo neumático del servicio de Urgencias del Hospital General y los nuevos baños asistidos, para personas con movilidad reducida, que han habilitado recientemente en la segunda planta del Hospital de La Mujer.
Por otro lado, han renovado todo el sistema de regadío y han plantado un nuevo césped en las zonas ajardinadas del hospital. Además, han establecido un nuevo sistema de llenado de agua de aporte en calefacción con contador y control diario para controlar el gasto y mejorar el servicio.
Por último, en este periodo estival, como en los anteriores, han participado, en la revisión y refuerzo de los sistemas de climatización de todos los edificios, donde se ha procedido al cambio de filtros, limpieza y desinfección, y a la colocación de láminas solares antitérmicas. La baja frecuentación que se registra en este periodo permite además efectuar la revisión general de los quirófanos de todos los centros y su puesta a punto para seguir utilizándose con todas las garantías de seguridad para los pacientes.
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