La UCI del Virgen del Rocío mantiene el nivel óptimo de certificación de la ACSA

Publicada el: 2021-06-22 01:32 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

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La Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Virgen del Rocío mantiene su certificación de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA), tras verificar en la vista de seguimiento que sigue cumpliendo todos los estándares que dieron lugar a su certificación de nivel óptimo. Este es el segundo de los tres niveles a los que puede aspirar cualquier unidad de gestión clínica del Sistema Sanitario Público Andaluz y subraya el cuidado trabajo que realizan sus profesionales, de extraordinario valor si se tiene en cuenta que al mismo tiempo han estado atendiendo más críticos durante la pandemia por COVID19.

Los especialistas de la UCI obtuvieron la certificación en el nivel óptimo en el mes de septiembre de 2018, iniciándose la fase de seguimiento. Luego, a los dos años y medio, se someten a una evaluación de seguimiento como trámite necesario para que la ACSA pueda verificar que la unidad sigue reuniendo los requisitos que justifican su certificación.

En esta evaluación intermedia se valora, en concreto, estándares de gestión, estándares asistenciales y estándares de soporte. Para la certificación del nivel Óptimo es necesario cumplir el 100% de los estándares del grupo 1, que son 65 de las tres líneas antes mencionadas, y al menos un 40% del Grupo 2 de estándares, que son 24.

La evaluación, efectuada la semana pasada, se ha resuelto con que todos los estándares necesarios en la primera visita se han cubierto. A partir de ahora, la Unidad de Gestión Clínica de Cuidados Intensivos seguirá trabajando para renovar la certificación en 2023 y solicitar el paso al siguiente nivel de certificación, el Excelente, al tener ya la suficiente madurez para la mejora continua de la calidad.

 

MÁS DE 400 PROFESIONALES DISPONIBLES 24 HORAS, 365 DÍAS DEL AÑO

La Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Virgen del Rocío integra más de 400 profesionales de distintas categorías (médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, celadores y administrativos, principalmente), quienes ofrecen una asistencia especializada las 24 horas de los 365 días del año en una Unidad de Cuidados Intermedios en el Hospital General donde se atienden cada año a más de un millar de pacientes y en la  Unidad  Cuidados Intensivos ubicadas tanto en el Hospital General como en el Hospital de Rehabilitación y Traumatología que anualmente atienden más de 4.600 ingresos de alta complejidad que requieren atención médica y cuidados especializados y permanentes.

Esta atención se ha mantenido y se ha incrementado en el último año para prestar atención a los pacientes más críticos infectados por SARS-CoV-2. Al mismo tiempo, han seguido avanzando en una renovación de las infraestructuras que mejoren la seguridad que requieren estos pacientes en plena pandemia. De este modo, han logrado integrar en la asistencia un proyecto de obra por el que han habilitado 14 boxes independientes que permite el tratamiento individualizado de los pacientes, con un presupuesto estimado de 1,5 millones de euros.

Responden de este modo no solo a la calidad y a la asistencia especializada, sino también a la tendencia actual es la configuración de estas unidades con boxes independientes para cada paciente, de forma que puedan permanecer aislados y recibir un tratamiento individualizado con todas las garantías incluso en un contexto de pandemia como el actual. De ahí que la reforma pretende dar a las UCIS una nueva distribución adaptada a las nuevas necesidades asistenciales, compatible con el aislamiento de los pacientes en caso de rebrotes de la pandemia del COVID-19.

Por último, cabe destacar la labor que también han realizado sus profesionales en cuanto a la formación de otros profesionales del hospital sobre distintas claves para el manejo de los pacientes ingresados por COVID19. La Unidad de Cuidados Intensivos ha organizado talleres dirigidos a personal de distintas categorías (médicos, enfermería, auxiliares, técnicos y celadores, entre otros), en los que comparten los protocolos y las prácticas que han resultado más exitosas durante la pandemia, de cara a disponer de los mejores conocimientos ante posibles rebrotes por infección por SARS-CoV-2.