La Infanta Elena ha visitado junto al consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, la reforma de la nueva planta de Oncohematología Pediátrica del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Se trata de un proyecto de rehabilitación que incluye zonas nuevas de descanso para padres y la rehabilitación y acondicionamiento de un patio de juego para los niños.
La obra se ha desarrollado junto a la Fundación Aladina, quien ha financiado el proyecto que ha transformado los 22 puestos de cama de la Unidad de Oncohematología Pediátrica del hospital en las paradas de la gran gesta de Magallanes. De esta manera, los niños recorrerán el mundo, conociendo en cada puerto otros lugares, otros países y otros continentes, con sus diferentes especies animales; desde los flamencos de Sevilla, pasando por los pingüinos del Estrecho de Magallanes, los caballitos de mar de las Islas Cook, hasta las cebras de Cabo Verde.
En total 436m2 reformados en los que cada habitación cuenta, además de con la nueva decoración, entrada de luz natural, baño independiente y nueva iluminación y sistema de llamada. Todo ello con un objetivo: mejorar la accesibilidad, usabilidad y calidad ambiental de los espacios dejando entrar la luz natural y con un hilo conductor, el viaje realizado por Fernando de Magallanes alrededor del mundo hace ya 500 años.
Por otro lado, y pensando en las largas temporadas que pasan los padres de los niños oncológicos en el hospital, se ha construido una sala para padres anexa a la unidad, para que puedan sentirse casi ‘como en casa’ mientras acompañan a sus hijos. La sala, de 61 m2, cuenta con cocina, baño completo y un salón y comedor completamente equipados.
Otra novedad ha sido el acondicionamiento del patio exterior, al que se ha bautizado como el ‘Patio de los Valientes’. Un espacio de 198m2 al aire libre, que pueda albergar actividades al aire libre para los niños oncológicos y que, al mismo tiempo, sirva de zona de descanso para padres, hermanos y visitas.
El cáncer en la edad infantil
En Andalucía se detectan, cada año, alrededor de 200 casos nuevos en la edad pediátrica y unos 80 en la adolescencia, de los que se curan más del 80% gracias a los avances logrados en el campo diagnóstico y terapéutico y al excelente trabajo diario de todos los profesionales que tienen entre sus objetivos prestar la mejor atención a los niños y niñas con esta enfermedad en Andalucía. De hecho, según los datos del Plan de Oncología de Andalucía, la supervivencia a los cinco años del diagnóstico ha mejorado en un 10% en los últimos años.
Así, los profesionales de la Unidad de Oncohematología Pediátrica asisten más de 2.750 consultas y 750 ingresos en la planta motivados por el cáncer infantil. En concreto, atienden más de 600 sesiones de quimioterapia oncológica, 300 sesiones de tratamiento citostático hematológico, 185 biopsias o aspirados de médula y 150 terapias intratecales.
El Viaje de Aladina
‘El Viaje de Aladina’ representa el primer gran proyecto de la Fundación Aladina en Andalucía y con él la apertura de una etapa de colaboración y compromiso de la entidad con esta comunidad autónoma. En total, ha supuesto el acondicionamiento de 698m2 que han financiado con un total de 690.000€.
La Infanta Elena ha visitado estas instalaciones y ha participado en un acto junto al consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre; la delegada de Salud y Familias de Sevilla, Regina Serrano; el director gerente del Hospital Universitario Virgen del Rocío, Manuel Molina, junto al resto del equipo directivo; el presidente de la Fundación Aladina, Paco Arango; y la directora de Personas y Organización de Mapfre, Elena Sanz, entre otros representantes de asociaciones y entidades colaboradoras con el proyecto.
La Fundación Aladina ha contado para la realización del “Viaje de Aladina” con el apoyo de Mapfre, Fundación Cobre Las Cruces, Fundación Altamira Lar, Lar España, y Salomé Góngora, madre de un expaciente, que han financiado el 20% del coste del proyecto.
Todos se han sumado a la gesta que emprendió hace 500 años Magallanes, quien salió desde Sevilla en un viaje que terminó siendo la primera vuelta al mundo. En este caso, ‘El viaje de Aladina’ también empieza en Sevilla desde la escuela de la planta de Oncohematología Pediátrica del Virgen del Rocío.
El viaje atraviesa, desde Sevilla y Sanlúcar de Barrameda, las Islas Canarias, Río de Janeiro, Río de la Plata, Puerto San Julián, Cabo Vírgenes, Estrecho de Magallanes, Cabo Deseado, las Islas Vostok, Islas Cook, Islas Marianas, Palawan, Brunei, Isla Tiddore, Ambom, Timor, Cabo de Buena Esperanza y Cabo Verde, para llegar de nuevo a Sevilla. Encontrando en estos lugares flamencos, tortugas, ballenas, colibrís, delfines, albatros, llamas, pingüinos, águilas, peces exóticos, caballitos de mar, palomas tropicales, osos de Palawan, serpientes, leones, monos Tassier, cocodrilos, dugongos, leopardos, jirafas o cebras.