Se trata del primer jardín lúdico y terapéutico en una azotea, que beneficiará a los más de 4.000 menores que ingresan cada año en el centro
El proyecto de la Azotea Azul, que se va a ejecutar en la azotea de la segunda planta del Hospital Infantil para construir un espacio lúdicoterapéutico que disfrutarán los niños ingresados en estas instalaciones, se va a poner en marcha en el próximo mes gracias a un movimiento social sin precedentes que ha permitido recaudar el presupuesto en sólo seis meses. En este acto simbólico se ha enterrado bajo confetis un pequeño baúl con una chistera, emblema del proyecto puesto en marcha en mayo de este mismo año por la Fundación El Gancho Infantil.
El evento ha reunido a la gerente del Hospital Universitario Virgen del Rocío, Nieves Romero; la presidenta de la Fundación El Gancho Infantil, Marta Baturone; el director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental, Rafael Herrador; la coordinadora de acción social de la Fundación Cajasol, Mercedes Camacho; y representantes y voluntarios de algunas de las iniciativas personales organizadas para recaudar fondos.
En su intervención, Marta Baturone ha afirmado que, aunque la fundación que preside fue la encargada de arrancar este proyecto dando el primer paso, “la Azotea Azul se convirtió en solo unas semanas en un proyecto de todos”. “Nosotros solo somos la voz de miles de personas de toda Andalucía, ellos han hecho posible que la Azotea Azul sea una realidad en sólo seis meses y ellos nos han empujado hasta llegar aquí”, ha resaltado, ya que miles de ciudadanos “han hecho suyo el proyecto y se han volcado ofreciendo su tiempo, su dinero y sus conocimientos”. Baturone ha resaltado que se trata de “un movimiento social sin precedentes en Andalucía”.
“Para nosotros ha sido muy emocionante ver cómo personas, no sólo de Sevilla, sino de todas las provincias de Andalucía e incluso de otras Comunidades Autónomas, se han sumado a nosotros para poner en marcha este jardín donde los niños ingresados podrán disfrutar por fin del aire libre mientras continúan con su proceso de recuperación”, ha añadido la presidente de El Gancho Infantil.
En cuanto al plazo de realización de las obras, Marta Baturone ha comentado que se espera que La Azotea Azul esté concluida para la próxima primavera, ya que hay varios factores que inciden directamente en la complejidad de las labores. Entre ellos destaca la ubicación de este espacio justo encima de los quirófanos del hospital y que las obras podrían coincidir con la llegada de las lluvias.
Colaboradores del proyecto
Entre los intervinientes en el acto se encuentran algunos representantes de los pilares fundamentales sobre los que se erige el éxito de La Azotea Azul. Un buen ejemplo es Lupe Fernández, del equipo directivo del voluntariado de la fundación y que ha participado en representación de los casi 900 voluntarios de la iniciativa.
Para visibilizar algunas de las más de 200 iniciativas organizadas desde mayo con el fin de recaudar fondos, en el acto han intervenido también Pilar García, del Club de Campo de Sevilla, donde todos sus socios organizaron una jornada solidaria espectacular; y las mellizas Miriam y Noelia Giraldo, alumnas del colegio San Hermenegildo de Dos Hermanas (Sevilla), quienes participaron activamente en un crowfunding organizado por su profesor Miguel Ángel a beneficio de La Azotea Azul.
Asimismo, también ha comentado su experiencia el doctor José María Carmona, pediatra del Hospital Infantil Virgen del Rocío y un gran embajador de las más de 250.000 personas que actualmente cuentan con la pulsera solidaria de este proyecto.
Él mismo se ha encargado de repartir alrededor de 20.000 pulseras a cambio de donaciones de un euro. Además de la implicación del doctor Carmona, entre las aportaciones económicas, destaca la generosa donación de 40.000 euros de la Fundación Cajasol y Obra Social La Caixa con el fin de hacer posible la construcción de este nuevo espacio terapéutico al aire libre en el Hospital Infantil Virgen del Rocío.
El acto celebrado hoy ha contado también con la participación de Rocío Troya, que como ha resaltado Baturone, es el “talismán de La Azotea Azul” y se ha encargado de dar paso a la colocación de la primera piedra y a la presentación de la canción oficial de La Azotea Azul compuesta por Rafa Almarcha, productor y cantante del grupo sevillano Siempre Así. Además de Almarcha, también interpreta la canción la joven Anita Ruiz, y en la dirección del videoclip ha colaborado el reconocido cineasta Álvaro de Armiñán.
Zona de recreo
La Azotea Azul no es sólo un jardín o un espacio abierto para los niños, es una salida al mundo exterior que les permite conectar con su entorno y sus seres queridos a través del juego. Una conexión que contribuye a su curación y a acortar los períodos de hospitalización a través del juego, que es también un factor que puede contribuir a sanar a los pequeños.
Existe unanimidad entre los profesionales de la medicina en cuanto a los beneficios que tiene sobre los enfermos la posibilidad de disfrutar de una zona al aire libre equipada para jugar o realizar ejercicios de rehabilitación. Este ambiente produce efectos positivos en el ánimo de los niños y, por tanto, les ayuda a superar la enfermedad que les mantiene ingresados en el hospital.
Este nuevo jardín de Sevilla será también una azotea terapéutica para muchos niños de Andalucía, ya que el 48% de los pacientes ingresados proceden de otras provincias andaluzas. Cada día, entre 30 y 40 niños menores visitan la escuela hospitalaria, donde maestros de la Consejería de Educación imparten clases y talleres que tratan de continuar con la formación académica y terapéutica de los niños ingresados.
Se trata, por tanto, de un ambicioso proyecto diseñado por dos prestigiosos estudios de arquitectura de Sevilla, Orfila 11 y Estudio JSDALP, quienes convertirán 560 metros cuadrados de la azotea de la segunda planta del Hospital Infantil en un lugar mágico, con cinco zonas interrelacionadas mediante un hermoso hilo conductor: El Circo.
Cada uno de estos espacios estará equipado para un uso específico donde los niños podrán desarrollar diferentes actividades que contribuyan a acelerar su recuperación. Para ello, se ha recurrido al color, la naturaleza, las chisteras, los columpios, el teatro, y la magia.
Seis espacios unidos por el circo
El proyecto ‘La Azotea Azul’ albergará una carpa principal con escenario y bancos en forma de ‘C’ para el público, y un quiosco-taquilla que los niños podrán utilizar como biblioteca, para la entrega de regalos, premios, etcétera.
Otra zona será un merendero donde los más pequeños podrán celebrar su cumpleaños, compartir juegos de mesa, estar con la familia, sus amigos. A esto se le suma un área de acrobacias con columpios homologados para uso infantil, toldos triangulares y dispuestos de forma dinámica para que circule el aire y de sombra a la zona. Continúa con un espacio de relax, con suelo de goma y bancos, donde podrán hacer ejercicios de rehabilitación al aire libre.
El proyecto también incluye una sala multisensorial en el interior del edificio, donde se habilitará una habitación de unos 25 metros cuadrados equipada con material específico para que los profesionales puedan trabajar en la estimulación sensorial de los menores.
Este espacio estará rodeado de cristal, muros y pizarras, según sea necesario uno u otro elemento de seguridad a la hora de garantizar el desarrollo de juegos terapéuticos que ayuden a la pronta recuperación de los niños. Juegos donde puedan reflejar sus sueños, el WhatsApp de las emociones, frases motivadoras repartidas por toda la azotea, una pared del agradecimiento y otra de apoyo de los familiares y amigos.
Todas las construcciones y demás elementos necesarios para ‘La Azotea Azul’ se seleccionarán, diseñarán y realizarán con materiales ligeros, al objeto de aportar la menor carga posible a la estructura del edificio ya existente. Aun así, el proyecto prevé colocar refuerzos estructurales, un sistema de iluminación en toda la azotea, y una rampa de acceso para personas con algún tipo de discapacidad.