La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), consecuencia directa del hábito tabáquico, constituye actualmente la cuarta causa de muerte en España, superando incluso al cáncer de pulmón. Al tratarse de una patología de larga evolución que deteriora progresivamente la salud del paciente, tiene importantes repercusiones sociosanitarias. La reducción de la capacidad respiratoria, provocando disnea (asfixia), lo limita físicamente, deteriorando su calidad de vida. De aquí la importancia de avanzar en posibles terapias que minimicen el impacto de esta sintomatología. El Servicio de Enfermedades Respiratorias de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío ha recibido estos días el respaldo del Instituto de Salud Carlos III con una beca del Fondo de Investigaciones Sanitarias a un trabajo que lidera el Dr. Francisco Ortega Ruiz y que estudia los beneficios del uso combinado de la rehabilitación respiratoria y la ventilación mecánica no invasiva en pacientes con EPOC severa. Un total de 45 pacientes entrarán a formar parte de esta investigación, pionera en el campo de la Neumología. Ambas modalidades de tratamiento han demostrado su efecto con determinados grupos de enfermos, pero nunca antes se habían sumado como terapia conjunta. Mientras que el entrenamiento físico mejora el transporte y la utilización del oxígeno en las células, con efectos claramente favorables sobre la bioenergética del músculo periférico; la ventilación mecánica domiciliaria actúa más en la mecánica pulmonar, reduciendo el trabajo de la respiración y modificando las alteraciones en el intercambio gaseoso. Al tratarse de medidas terapéuticas que actúan sobre distintas alteraciones fisiológicas, el grupo de expertos del hospital sevillano quiere demostrar las ventajas del empleo simultáneo de ambas medidas en pacientes bien seleccionados (obstrucción moderada-severa, en situación de insuficiencia respiratoria crónica con hipoxemia e hipercapnia). La experiencia asistencial e investigadora de la Unidad de Rehabilitación Respiratoria, una de las primeras puestas en marcha en el país, en 1995, permite respaldar este estudio. Dependiente del Servicio de Neumología, registra anualmente más de 2.700 sesiones rehabilitadoras, incluyendo ejercicios de resistencia muscular (bicicleta ergométrica y tapiz rodante) y fuerza (pesas y aparatos multigimnásticos).