Una campaña solidaria hace llegar cartas con dibujos y mensajes positivos para los niños y sus familias que estarán hospitalizados durante la Navidad.
Miles de cartas, sobres de colores, dibujos, sonrisas como sello y cuentos en su interior. Algunas son anónimas. Otras tienen un pequeño regalo dentro. Son una inyección de ánimo que llega a un buzón solidario instalado en distintos centros educativos.
“Hoy me acordé de ti”, es una iniciativa que invita a los sevillanos a que escriban cartas de ánimo para niños hospitalizados. Este proyecto comenzó hace dos años en Córdoba, de la mano de Isabel Amo, una madre que vio cómo, con apenas 34 días de vida, su pequeño Carlos tuvo que ser hospitalizado por una cardiopatía. Y sintió entonces que cualquier mensaje de apoyo era vida.Por eso decidió escribir cartas a familias que se pudieran encontrar en su situación, a niños que tuvieran que pasar demasiadas horas en una habitación de hospital. Fue así como nació una iniciativa que este año ha recalado en Sevilla de la mano de María Barquín (una profesora de secundaria), de Manuel Pozo y Manuel Ríos que desde sus respectivas ONG han hecho posible hacer llegar estas cartas alos hospitales públicos y privados de la provincia de Sevilla: Hospital Virgen del Rocío, Hospital de Valme, Hospital Macarena, Clínica Sagrado Corazón, Hospital de Osuna y Clínica Santa Isabel. En este proyecto solidario han colaborado guarderías, colegio e institutos de toda la provincia de Sevilla: Mairena del Alcor, Viso del Alcor, Carmona, Sevilla capital, Los Palacios, Castilblanco de los Arroyos, El Garrobo, Gerena, Marchena, Umbrete, Cazalla de la Sierra, muchos centros educativos de Sevilla capital, etc. En total han llegado para los niños hospitalizados cerca de 8000 cartas y felicitaciones navideñas.
El año pasado recibieron muchísimas cartas y este año repartirán en Madrid, Córdoba, Almería, Granada, Valladolid, Málaga, Castellón, Cádiz, Jaén, Tarragona, Sevilla, etc… Más de lo que en un principio esperaban. Una carta puede repartir mucha alegría, nadie merece pasar la Navidad fuera de su hogar, y mucho menos un niño.