Hospitales Universitarios Virgen del Rocío desarrolla un ensayo clínico pionero en el que se trata con células madres (de médula ósea) a enfermos con ictus graves, denominado Estudio abierto con evaluador ciego de la eficacia de las células mononucleares autólogas de médula ósea en la regeneración celular en pacientes con ictus isquémico agudo ACM (Arteria Cerebral Media) . El proyecto, en el que participan profesionales de los Servicios de Neurología, Hematología, Radiología Diagnóstica e Intervencionista y Medicina nuclear del complejo hospitalario sevillano y en el que colaboran profesionales del Hospital Universitario Central de Asturias, tiene como objetivo conseguir una mayor recuperación del enfermo de ictus grave mediante la regeneración del cerebro y la mejora de la circulación cerebral provocado por el efecto de las células madre. Se utilizan células madre procedentes del propio paciente, por lo que no existe la posibilidad de rechazo.
Un Ictus o infarto cerebral ocurre cuando se altera el flujo de sangre hacia el cerebro. En ese momento, un área del cerebro se empieza a dañar porque deja de recibir el oxígeno y los nutrientes que necesita para funcionar. Se puede producir cuando un coágulo bloquea u obstruye un vaso sanguíneo en el cerebro (lo más frecuente) o por la ruptura y sangrado de un vaso sanguíneo dentro del cerebro. Los efectos de un ictus pueden variar desde leves hasta severos y suelen provocar síntomas bruscos de adormecimiento o debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar, entender, caminar o ver, mareo y dolor de cabeza severo. En Sevilla, sólo en el Área de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío, más de 7000 personas padecen en la actualidad las consecuencias de un ictus y, cada año, unos 1200 habitantes son atendidos en urgencias con un ictus agudo.
Un ictus es una emergencia médica. La atención inmediata puede salvar la vida del enfermo y aumentar la probabilidad de una recuperación exitosa. Existen muchas posibilidades de tratamiento del ictus, especialmente en los primeros instantes. El ictus puede ser tratado con un fármaco que disuelve los coágulos (fibrinolítico) que obstruyen el flujo de sangre hacia el cerebro. El plazo máximo para que a los pacientes con un ictus se les inicie este tratamiento es de tres horas. Este plazo se amplia para tratar a un mayor número de pacientes mediante técnicas muy novedosas (fibrinolisis intra-arterial o cateterismo para acceder al vaso ocluido y abrirlo con tratamiento directo sobre el trombo).
Otra parte fundamental del tratamiento es la prevención de nuevos ictus con los tratamientos farmacológicos habituales y con tratamientos específicos en aquellos pacientes que tienen una estenosis (estrechez) en alguno de los vasos del cerebro. A estos pacientes se les realiza un cateterismo para dilatar la estenosis (angioplastia), teniendo Hospitales Universitarios Virgen del Rocío una gran experiencia y excelentes resultados. En esta técnica, el complejo hospitalario de Sevilla es referencia a nivel nacional, realizándose más de 100 angioplastias por año, habiéndose alcanzado una cifra superior a los 1.000 pacientes tratados. Según, la Directora de la Unidad Clínica de Neurociencias, la Doctora Mª Dolores Jiménez Hernández, el manejo de los pacientes con ictus en una unidad neurológica especializada (Unidad de Ictus) ha demostrado mejorar la supervivencia de los pacientes y disminuir el grado de incapacidad.