Las pacientes son asistidas en la unidad de Patología Cervical, que ha duplicado la consulta, para dar respuesta a las mujeres que se someten al cribado del virus que lo ocasiona: el del papiloma humano
Especialistas de la unidad de Ginecología y Patología Mamaria del Hospital Universitario Virgen del Rocío diagnostican cada año unos 30 nuevos casos de cáncer de cérvix. Esta enfermedad evoluciona sin síntomas hasta en las fases avanzadas, donde el dolor pélvico y el sangrado durante las relaciones sexuales son los principales signos de alerta.
Mañana se celebra el Día Mundial del Cáncer de Cérvix, una enfermedad cuya mejor prevención es la vacunación frente al papilomavirus y la citología periódica dado que se desarrolla sin manifestar síntomas evidentes. Por ello, el hospital sevillano ha duplicado la consulta de la Unidad de Patología Cervical donde atienden a las mujeres que la padecen.
En total, el año pasaron atendieron 4.248 consultas al año. De ellas, 1.226 fueron por pacientes nuevos y otras 3.022 por revisiones.
Una de las grandes ventajas de esta consulta es la posibilidad de que los especialistas realicen conizaciones, una técnica que sirve para eliminar las lesiones precancerosas del cuello de útero para evitar que progresen a cáncer. En 2024 más de 240 mujeres se beneficiaron de este procedimiento.
El ginecólogo practica esta técnica en el 85% de los casos con anestesia local en su consulta, y continúa luego con estrecho control de personal de enfermería. Así, la paciente puede marcharse a casa con su problema de salud resuelto en poco más de una hora.
El resto de las pacientes son operables mediante la cirugía laparoscópica robótica Da Vinci. Para los casos que son diagnosticadas en situación avanzada, sigue existiendo posibilidad de tratamiento con la combinación de radioterapia radical y quimioterapia.
Información sobre el virus del papiloma humano (VPH)
El cáncer de cérvix invasivo tiene como causa necesaria la infección por el virus del Papiloma Humano (VPH). Antes de su desarrollo, tiene una larga fase de enfermedad silente, sin apenas síntomas, pero que permite su prevención efectiva. De ahí la importancia de la vacunación frente al papilomavirus y de la citología periódica para poder detectarlo en sus estadios más precoces. Algunas conductas y prácticas sexuales también favorecen la infección por el VPH y se relacionan con un mayor riesgo, por ejemplo, un mayor número de parejas sexuales y una menor edad de inicio de las relaciones.
A pesar de que el VPH es un factor necesario del cáncer de cérvix, no es un factor único y se requiere la presencia de otras situaciones para el desarrollo y progresión de este cáncer. Un estado de inmunosupresión, la multiparidad, el tabaquismo, el uso prolongado de anticonceptivos orales se encuentran entre ellos.