La Unidad de Gestión Clínica de Dermatología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, que dirige Julián Conejo-Mir, ha incorporado la fototerapia más avanzada para el tratamiento del paciente con psoriasis, una enfermedad inflamatoria de origen genético que afecta la calidad de vida del 3% de la población. Se trata de la terapia de rayos ultravioletas B Banda Estrecha (conocida como UVB-BE), consistente en la irradiación de la piel durante un periodo de tiempo, ajustado a cada caso clínico, hasta conseguir que desaparezcan las lesiones que origina esta patología.
Son los pacientes con psoriasis consideradas de grado moderado a grave, es decir, con una afectación dérmica que supera el 10-20% de la superficie corporal, los que mayor beneficio obtienen de esta nueva incorporación tecnológica al centro hospitalario, completándose así el arsenal terapéutico para tratar esta enfermedad , afirma Lourdes Rodríguez, responsable de la Unidad de Psoriasis en el hospital.
Inicialmente, el paciente acude tres veces por semana para someterse a esta modalidad de fototerapia, por un periodo de ocho semanas. No obstante, y dependiendo de cada caso, el dermatólogo puede prolongar este periodo para conseguir los resultados deseados. El volumen anual de pacientes tratados alcanzaría así el centenar, mientras que las sesiones totales que se realizarían con el nuevo equipo podrían llegar a la cifra de 2.500. La eficacia de este tratamiento, que se mide según la superficie total de placas y lesiones que se eliminen, llega a ser del 80% en muchos de estos pacientes.
El uso de rayos UVB Banda Estrecha (la longitud de onda está entre 311 y 313 nanómetros) ofrece una opción de tratamiento con ventajas sobre otras modalidades de fototerapia, como la denominada fotoquimioterapia o puvaterapia (usa rayos UVA y un fármaco oral fotosensibilizante). Por un lado, como no precisa medicación, tiene menos efectos secundarios y, por ello, se tolera mejor por las personas que se someten a ella, pudiéndose ampliar así las indicaciones de la terapia a un mayor número de pacientes. Por otro lado, los resultados son más inmediatos, al ser los rayos UVB más energéticos que los UVA. Sí produce mayor enrojecimiento de la piel (eritema), una reacción dérmica tratable.