Un grupo de especialistas en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío participa en un estudio europeo que se ha iniciado para desarrollar un nuevo test que mejore el diagnóstico del hígado graso no alcohólico. Se trata de un proyecto de investigación pionero que tiene también como objetivo identificar a los pacientes con mayor riesgo de desarrollar inflamación severa y una cicatrización hepática.
El trabajo se llama ‘Liver Investigation: Testing Marker Utility in Steatohepatitis (LITMUS)’, y está financiado con 34 millones de euros por la Empresa Conjunta European Innovative Medicines Initiative 2. Reúne a médicos y científicos de destacados centros académicos de toda Europa con empresas de la Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas (EFPIA) para desarrollar, validar y calificar mejores biomarcadores para detectar esta enfermedad hepática. En total, 47 socios internacionales de investigación con sede en universidades internacionales líderes y algunas de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo.
La enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico está causada por una acumulación de grasa en las células del hígado. Está fuertemente relacionado con la obesidad y la diabetes tipo 2, y afecta al 20-30% de la población en todo el mundo.
Un hígado sano debería contener poca o ninguna grasa, sin embargo, se cree que 1 de cada 3 personas en Europa tiene algún grado de esta enfermedad, donde hay una acumulación excesiva de grasa en el hígado. Si bien esto no siempre causa daño, puede convertirse en una forma inflamatoria de la condición llamada esteatohepatitis (NASH) que a su vez causa la formación de tejido fibroso cicatricial en el hígado y conduce a daño hepático grave, incluida la cirrosis en algunos pacientes. También puede aumentar el riesgo de cáncer en el hígado, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Así y aunque muchas personas la padecen, menos de uno de cada 10 sufrirá daños. De modo que el desafío es identificar a las personas que se verán más severamente afectadas y que progresarán a cirrosis hepática o cáncer, para que se les pueda ofrecer una atención adecuada más temprana. Actualmente, esto requiere una biopsia hepática, que solo se puede realizar en hospitales especializados, por lo que se necesitan mejores herramientas de diagnóstico.
De este modo, el proyecto LITMUS unirá a médicos y expertos académicos de centros en toda Europa, con científicos de las principales compañías farmacéuticas, para juntos desarrollar y validar nuevos análisis de sangre altamente precisos y técnicas de imágenes que puedan diagnosticar la gravedad de la enfermedad hepática, predecir cómo la enfermedad de cada paciente progresará y supervisará esos cambios, mejor o peor, a medida que ocurren.
De esta manera, se suple la falta de pruebas de diagnóstico fáciles y precisas, lo que provoca que muchos pacientes no se diagnostican hasta el final del proceso de la enfermedad. También servirá para desarrollar tratamientos médicos más efectivos para la enfermedad hepática metabólica grasa y ejecutar los ensayos clínicos que las agencias reguladoras necesitan para que los facultativos puedan recetar estos medicamentos.
La experiencia acumulada del equipo del Hospital Universitario Virgen del Rocío, liderados por el profesor Manuel Romero Gómez, les ha valido para ser incluidos en este ambicioso proyecto europeo. En concreto, los especialistas de Sevilla colaborarán como líderes nacionales del Registro Español de Esteatosis y Esteatohepatitis no alcohólica (HEPAMET), con la inclusión de pacientes diagnosticados por biopsia hepática en 36 hospitales del territorio nacional.
También han dirigido los estudios para la incorporación de un nuevo método diagnóstico para valorar la presencia de esteatohepatitis y fibrosis mediante análisis óptico de imágenes de resonancia magnética (DeMILI), que es propiedad de la Universidad de Sevilla, el CIBEREHD y el Sistema Sanitario Público de Andalucía.