Digestólogos y cirujanos trabajan conjuntamente para dar una respuesta integral a los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Publicada el: 2006-11-06 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

| Para más información:


La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son los principales trastornos que provocan la inflamación crónica de los intestinos. El seguimiento estrecho y continuado de estos pacientes permite reducir las complicaciones de ambas patologías y mejorar la calidad de vida de las personas que las padecen. Esta es la razón que ha justificado la puesta en marcha recientemente de la Unidad Funcional de Enfermedad Inflamatoria Intestinal en Hospitales Universitarios Virgen del Rocío. El Servicio de Digestivo y el Servicio de Cirugía General trabajan conjuntamente para dar una respuesta integral a los más de 1.100 pacientes que reciben tratamiento actualmente en el centro, una cifra que va en aumento.


La disponibilidad de una consulta diaria, atendida por digestólogos y cirujanos de coloproctología, favorece una atención rápida y ágil de este grupo de enfermos, a la vez que puede resolver los casos que precisen una atención preferente, sin necesidad de acudir al Servicio de Urgencias. Un protocolo consensuado de atención ayuda a programar cada asistencia en consultas, los criterios de hospitalización y los de una posible intervención quirúrgica. Un teléfono de atención personalizada que se habilitará en los próximos días reforzará la capacidad de este importante circuito asistencial.


Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa representan patologías digestivas de alta prevalencia, afectando en gran medida a población joven. El sistema inmunológico no puede establecer la diferencia entre las sustancias buenas y las extrañas, provocando una hiperactividad inmunitaria que puede dañar a cualquier parte del tracto gastrointestinal (Crohn) o únicamente al colon y recto (colitis). Factores genéticos y ambientales juegan un papel importante en el desarrollo de ambas. Diarrea, dolor abdominal, fiebre y sangrado intestinal son los síntomas más comunes. Junto con el tratamiento farmacológico, la cirugía (extirpación del colon) llega a ser curativa en los casos de colitis ulcerosa, mientras que en la enfermedad de Crohn se restringe a los casos de mayor gravedad, optándose por un abordaje más conservador.