Se calcula que en España una de cada cinco personas con enfermedad renal crónica presenta anemia, una complicación que empeora a medida que aumenta el deterioro de la función renal
Un grupo multidisciplinar de expertos en enfermedad renal crónica y anemia se ha reunido en el Hospital Universitario Virgen del Rocío para comentar y revisar el modelo asistencial óptimo que permite la mejor atención de estos pacientes. En concreto, abordaron el protocolo de atención, la calidad de vida y recursos de los que disponen estas personas, así como la aportación de los médicos de atención primaria y de los especialistas hospitalarios en todo el proceso.
Se calcula que en España una de cada cinco personas con enfermedad renal crónica presenta anemia, una complicación que empeora a medida que aumenta el deterioro de la función renal. Esta afección aumenta el riesgo de morbimortalidad, la progresión de la enfermedad renal y contribuye a la disminución de la calidad de vida del paciente, pues interfiere con la vida cotidiana, la actividad física, el cuidado personal y la vida laboral.
En este contexto, New Medical Economics, con el apoyo de la Consejería de Sanidad y Consumo de Andalucía y el laboratorio farmacéutico Astellas Pharma, organizó el encuentro de expertos ‘Diseño y Mejora del Proceso Asistencial del Paciente con Anemia Asociada a la Enfermedad Renal Crónica’.
La sala de juntas del Hospital Universitario Virgen del Rocío acogió este encuentro moderado por el presidente de New Medical Economics, José María Martínez, y que contó con profesionales referentes de este hospital como: Ignacio Jiménez López, director médico; Aurea Morillo García, subdirectora médica; Sandra Flores Moreno, jefa del servicio de Farmacia; Salvador Payán Pernía, hematólogo especialista en anemia y vocal de la Comisión de Transfusión; Luis López Rodríguez, de la Unidad de Calidad; Antonio Alcántara Bernal, jefe de Enfermería del Bloque Urología-Nefrología; Mª Luz Amoedo Cabrera, supervisora de Enfermería de Nefrología; José Luis Rocha Castilla, jefe del Servicio de Nefrología; y Teresa Seda, miembro de la Junta Directiva de Alcer Giralda (Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales de Sevilla y Huelva).
Rutas asistenciales, calidad de vida y recursos
La primera pregunta que se puso sobre la mesa fue sobre la existencia y definición de rutas asistenciales del paciente con anemia asociada a la enfermedad renal crónica. La subdirectora médica del Hospital Virgen del Rocío comentó que en el hospital están definidas siguiendo el marco de los Procesos Asistenciales Integrados y cuyo cumplimiento está supervisado y garantizado en su área por el servicio de Nefrología y resto de servicios implicados en el manejo de pacientes con enfermedad renal crónica. “También hay guías y protocolos de las sociedades científicas. Es decir, es un problema y una patología que está reconocida y para ello hay protocolos”, indicó la experta.
El jefe de servicio de Nefrología explicó que hace 30 años, cuando trataban a pacientes renales y no existían agentes eritropoyéticos, se enfrentaban a un escenario muy diferente al de ahora, “la anemia en pacientes con enfermedad renal crónica está muy bien tanto identificada como protocolizada, no solo la anemia, sino los criterios de indicación, el estudio de las reservas de hierro y el resto de aspectos relacionados con la misma. En nuestro caso, está bien documentado y muy clarificado”.
“La anemia es un uno de los problemas más prevalentes de la humanidad, que puede producirse por infinidad de enfermedades y que, por tanto, afecta a todas las especialidades. Los pacientes cada vez son más complejos, las patologías se cronifican más, y necesitamos más sangre para transfundir, pero la sangre es un recurso limitado y nos falta, tenemos un problema de falta de hemoderivados”, señaló el hematólogo especialista en anemia y vocal de esta Comisión de Transfusión.
Por ello, desde la Comisión de Transfusión se decidió protocolizar el manejo de la anemia en el contexto periquirúrgico. “También estamos elaborando un protocolo hospitalario de manejo de la anemia en el contexto no quirúrgico, que revisará y actualizará los circuitos asistenciales y las indicaciones de cada medicamento, abordando también la anemia renal”, señaló el Dr. Payán.
La siguiente pregunta que el moderador lanzó a los profesionales fue “¿Cómo afecta a la calidad de vida de estos pacientes?”. Por su parte, Teresa Seda contó su experiencia como paciente de esta patología, “con la aparición de nuevas terapias los pacientes hemos mejorado mucho y la calidad de vida ha mejorado 200%”. “La anemia cuando es profunda y crónica tiene un impacto brutal en la calidad de vida del paciente”, añadió el Dr. Rocha.
Para Sandra Flores, los análogos de la eritropoyetina han sido uno de los ejemplos claros de cómo un efecto adverso modifica la práctica clínica, en alusión a la asociación de estos medicamentos con la trombosis tras su comercialización. “En un mes modificamos todos los tratamientos”.
Por otro lado, el Dr. Rocha apuntó que la enfermedad renal crónica es, después de la enfermedad de Alzheimer, la que más está creciendo en carga de enfermedad y mortalidad, “se espera que a final de siglo sea la primera causa de mortalidad”.
“Cada vez está más en auge la enfermedad, nosotros tenemos en el hospital una consulta de enfermería de enfermedad renal crónica, donde su papel es primordial para evitar el progreso de la enfermedad renal”, explicó Mª Luz Amoedo, supervisora de Enfermería Urología-Nefrología. La experta en enfermería señaló que los pacientes renales son personas muy añosas y que el papel de la enfermería es clave.
Para Luis López, experto en calidad asistencial, el diagnóstico precoz cada vez es más importante y no hay que olvidarse de los niños, y en esa línea “también estamos trabajando en un protocolo hospitalario sobre anemia en la población pediátrica”. Por su parte, el Dr. Payán dijo que “los estudios con medicamentos que se hacen en población pediátrica son mucho menos que en adultos. Sin embargo, la necesidad está ahí”.