Los hospitales universitarios Virgen Macarena y Virgen del Rocío de Sevilla logran respectivamente el primer y segundo premio en este encuentro nacional
El trabajo llevado a cabo por personal técnico de centros sanitarios del SAS ha obtenido diversos reconocimientos en el Congreso Nacional de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria que ponen en valor la labor que realizan ingenieros, físicos, informáticos y otras profesiones afines que permiten que la práctica clínica sea posible y mejore en sus resultados. En concreto, profesionales de los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío de Sevilla han sido distinguidos en este Congreso que contó con la participación de más de 1.400 profesionales.
Por un lado, el trabajo presentado por el Hospital Universitario Virgen Macarena ‘Estimulación Magnética Transcraneal: Importancia de la orientación de la bobina’ ha sido distinguido con el primer premio a la Mejor Comunicación Oral. La comunicación ha sido realizada por José Antonio Triviño, ingeniero técnico del centro hospitalario y por la facultativa especialista de área del Hospital Universitario Puerta del Mar Ana Isabel Barroso y Carmen Garrido, ingeniera industrial y subdirectora de los Servicios Generales del Hospital Universitario Virgen Macarena, donde se engloba el Servicio de Electromedicina.
Esta presentación expuso los resultados de un trabajo conjunto en el que, a través de un modelo físico, se obtuvieron datos sobre la orientación idónea de la bobina a la hora de estimular un modelo bidimensional de un grupo de neuronas motoras. Para Triviño, “este trabajo muestra que la colaboración entre las unidades técnicas del hospital y los facultativos especialistas es posible y que los departamentos de ingeniería y de electromedicina dentro de los hospitales pueden aplicar modelos físicos para mejorar el entendimiento en las áreas clínicas, así como la capacidad de los facultativos de hacer entender los problemas que les surgen en la práctica clínica buscando soluciones más allá de su especialidad”.
De otro lado, el Hospital Virgen del Rocío ha expuesto varias comunicaciones sobre temas de un alto valor técnico como: El Factor K, Hablemos un poco más de pandemia y Hospitales y La aplicación de metodología de gestión para dos Unidades Clínicas, la de Cuidados Intensivos y Oftalmología. Esta última –presentada por el jefe de Servicio de Electromedicina José Domingo Sanmartín— fue distinguida por el Comité Científico del Congreso como la segunda mejor comunicación de las presentadas en el citado evento científico.
Este proyecto premiado supuso el análisis de la gestión, desde el punto de vista de la ingeniería de procesos, de las Unidades Clínicas que representa un escalón más en el trabajo que los diferentes Servicios dependientes de la Subdirección de Ingeniería y Mantenimiento –liderada por el ingeniero industrial José Luis Arjona— ofrece a las diferentes unidades del centro hospitalario, clínicas y no clínicas.
En los dos proyectos, desde la perspectiva de la mejora continua, se analizaron ciertos procesos y se localizaron puntos de mejora dentro de la gestión del día a día. En estos puntos de mejora colaboraron las responsables de los Servicios Clínicos de UCI y Oftalmología, encabezados por Rosario Amaya y Margarita Cabanás para su aplicación.
Tal y como ha destacado el físico Sanmartín, “los perfiles técnicos que trabajamos en el Sistema Sanitario Público de Andalucía realizamos una labor muy importante dentro de las instituciones sanitarias y son reconocidos fuera de nuestra comunidad autónoma”. Según ha subrayado, “el año pasado, el Servicio de Electromedicina del Hospital Universitario Virgen del Rocío también recibió el premio a la Excelencia Tecnológica en España que entrega cada año la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica”. Para Sanmartín, “tenemos que seguir rompiendo techos de cristal para avanzar en la mejora continua, lo que se verá reflejado en una mejor calidad asistencial a los pacientes”.
Desde el Servicio Andaluz de Salud se está realizando una apuesta decidida para que los servicios que apoyan a la práctica clínica alcancen niveles de respuesta que hagan más eficiente y segura, de lo que ya lo es, la práctica clínica.