El Hospital Virgen del Rocío crea una consulta de acceso venoso para pacientes que precisen tratamientos intravenosos de larga duración

Publicada el: 2017-08-04 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

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El Hospital Universitario Virgen del Rocío ha incorporado una consulta de acceso venoso para atender específicamente a personas que presentan problemas o dificultades a la hora de tomarle una vía para la administración de fármacos o porque precisen terapia intravenosa de larga duración. Así, pacientes que estén en tratamiento de media unos ocho meses pueden llegar a evitar tras la colocación de este dispositivo un centenar de pinchazos, entre los necesarios para la administración de los fármacos intravenosos y las analíticas para el control de su estado de salud.
 
El equipo de terapia intravenosa, formado íntegramente por profesionales de Enfermería, se ha creado específicamente para preservar en las mejores condiciones el capital venoso del paciente, máxime cuando debe someterse a tratamientos que pueden deteriorar el sistema vascular periférico por la duración, periodicidad o agresividad de la terapia que requiere el paciente.
 
El perfil de la persona que es atendida en esta consulta es el del paciente que está en tratamiento oncológico o hematológico. Habitualmente, requiere nutrición parenteral, precisa la administración de soluciones con PH menor de 5 o superior a 9, o soluciones con más de un 10% de glucosa o un 5% de aminoácidos. También, el de pacientes que toman fármacos vesicantes u otros que puedan dañar el sistema vascular, terapias múltiples o con tratamiento intravenoso de forma prolongada e intermitente.
 
Los profesionales de la consulta de accesos venosos, puesta en marcha en abril de este año, han atendido ya a cerca de un centenar de pacientes. La mayoría han sido derivados de las unidades de Oncología, Hematología, Neurocirugía, Medicina Interna, Cuidados Paliativos, Infecciosos y Dermatología.
 
El trabajo de estos sanitarios consiste en insertar catéteres venosos centrales de  manera periférica (PICC), mediante técnicas ecoguiadas. Esto minimiza el riesgo de infección y las complicaciones del procedimiento.
 
Otras ventajas que ofrece esta técnica con respecto a la estandarizada son un mayor éxito en las inserciones, ya que se logra colocar el catéter sin apenas molestias para el paciente en el 98,9 % de los casos; y una reducción del número de flebitis y trombosis por la posibilidad de elegir el calibre más adecuado. Igualmente, disminuye el tiempo del procedimiento, por ser más ágil.
 
La técnica ecoguiada aporta además un valor añadido porque al insertarse en el antebrazo (por encima de la fosa antecubital), ofrece mayor confort al paciente y reduce el daño que se produce por ser una zona de menor movimiento. De hecho, muchos de los pacientes han referido que sienten menos molestias que las propias de un análisis de sangre rutinario.
 
Los profesionales de la Enfermería han contactado además con 15 centros de salud para impartir talleres formativos de cuidados y mantenimientos de catéter PICC, con idea de que las curas del catéter se pueda hacer con apoyo de los profesionales de atención primaria, evitando de este modo el desplazamiento del paciente hasta el hospital.
 
De este modo, los profesionales del equipo de terapia intravenosa gestionan la coordinación entre atención primaria y hospitalaria para, además de minimizar traslados innecesarios de los pacientes, efectuar la extracción de analíticas lo más cerca posible de su domicilio.