La Unidad de Oncología Pediátrica El Hospital Universitario Virgen del Rocío ha logrado el distintivo ‘Centro contra el dolor’, dirigido a las unidades y a los profesionales comprometidos en mejorar el abordaje del dolor que sienten los pacientes, en este caso, del Hospital Infantil. Esta certificación se suma a otra lograda en noviembre de 2015 por los profesionales del área quirúrgica del hospital, quienes se certificaron como ‘Centro contra el dolor perioperatorio’ por las buenas prácticas puestas en marcha para aliviar el dolor que causa una cirugía.
La entidad que otorga estas distinciones es el Observatorio de Seguridad del Paciente de la Consejería de Salud. Para el caso concreto de ‘Centro contra el dolor’, este organismo ha creado un programa de acreditación formado por 65 recomendaciones, distribuidas en tres niveles. Los profesionales de Oncología Pediátrica, inicialmente, han logrado 21 de estos estándares de calidad que hacen referencia a la información y educación al paciente; la formación de los profesionales; la valuación sistemática del dolor; el proceso asistencial; los análisis de resultados; y el seguimiento de pacientes, documentación y registros.
La obtención del distintivo es un reconocimiento a una buena práctica habitual ya existente en la unidad, relacionada con el abordaje y manejo del dolor. Así, todos los profesionales de la unidad están altamente sensibilizados contra el dolor del paciente, especialmente el personal de Enfermería, quien ha liderado la consecución de la acreditación.
Cada año, los profesionales de la Unidad de Oncología Pediátrica, asisten más de 2.750 consultas y 750 ingresos en la planta motivados por el cáncer infantil. La memoria de actividad del año 2016 refleja que atendieron 666 sesiones de quimioterapia oncológica, 332 sesiones de tratamiento citostático hematológico, 185 biopsias o aspirados de médula y 167 terapias intratecales.
Las fracturas patológicas y neoplasias malignas músculo esqueléticas, los tumores del sistema nervioso, del sistema endocrino, y los linfomas, mielomas y leucemias se encuentran entre los procesos más frecuentes que tratan los especialistas de esta unidad en el Hospital Virgen del Rocío, liderada por Laureano Fernández Fernández como director médico, y por Eusebio Jiménez Mesa como referente de cuidados de Enfermería.
Centro contra el dolor perioperatorio
El Plan andaluz de Atención a las Personas con Dolor, a través del Observatorio de Seguridad del Paciente, es concretamente la estrategia que también fomenta la puesta en marcha de los distintivos de Centros contra el Dolor, que permiten a las unidades disponer de unos estándares de calidad o recomendaciones a modo de guía para mejorar la atención sanitaria que prestan a la ciudadanía.
Los distintivos tienen cuatro modalidades, como son dolor crónico, dolor en situaciones de urgencia y emergencias, dolor asociado a procedimientos y dolor perioperatorio. Para cada una de estas modalidades se ofrece a los centros y unidades en torno a 60 recomendaciones –elaboradas por un comité técnico asesor- que abordan diversos aspectos relativos a la información que se proporciona al paciente sobre el abordaje del dolor, la formación de los profesionales, la evaluación sistemática del dolor, el tratamiento del dolor en el proceso asistencial, el seguimiento del paciente, mejoras posibles, y estructura organizativa que mejor apoya la atención al dolor.
De hecho, el Hospital Universitario Virgen del Rocío logró en noviembre de 2015 el distintivo ‘Centro contra el dolor perioperatorio’, dado el esfuerzo de sus profesionales por mejorar el abordaje del dolor que sienten sus pacientes antes, durante y después de una intervención quirúrgica. Cerca de 50.000 personas pasan cada año por sus quirófanos, lo que da una idea del trabajo que han tenido que realizar para cumplir con los estándares exigidos en el proceso de certificación.
Para ello, el personal facultativo y de enfermería del área quirúrgica ha colaborado en el desarrollo y puesta en marcha de nuevos protocolos sobre pautas analgésicas específicas para cada tipo de cirugía, incluida la mayor ambulatoria. Igualmente, se ha fomentado la información específica que se ofrece al usuario desde la consulta, y el seguimiento personalizado que efectúan los profesionales, mediante evaluaciones continuas del dolor y ajustes de las dosis de medicamentos, en función de la intensidad de las molestias percibidas por el paciente.
Por otro lado, también se ha trabajado en la toma de medidas que garanticen que los profesionales cumplimentan el listado de verificación quirúrgica, que persigue que la intervención se desarrolle con total seguridad. Igualmente, se ha potenciado que la oferta de cursos del Plan de Formación Continuada incluya seminarios que reflexionen y compartan herramientas para un mejor abordaje del dolor.