Hasta 100 casos nuevos de displasia de cadera se detectan cada año en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, según los datos de la Unidad de Gestión Clínica de Traumatología y Cirugía Ortopédica. «La detección precoz es nuestra mejor arma para tratar esta malformación que se produce durante el desarrollo de esta articulación y que se presenta, aproximadamente, en uno de cada 1.000 nacimientos, comprometiendo una o las dos caderas», expresa el jefe de Traumatología y Cirugía Ortopédica Pediátrica, David Farrington. Algunos casos leves son silenciosos y no se pueden detectar durante un examen físico rutinario, de ahí que estos especialistas recomiendan a los pediatras hacer diversas pruebas a los recién nacidos para descartar esta afección, entre ellas una ecografía.
Cuando la displasia se detecta durante los primeros seis meses de vida, el tratamiento es simple y efectivo. Un arnés suele corregir el problema que la displasia ocasiona al bebé, en cuanto ayuda a recolocar la cabeza del fémur en su lugar, la cavidad que alberga los huesos pélvicos denominada cotilo o acetábulo. No obstante, cuando la detección se produce a partir del año de vida, este arnés no suele tener los mismos resultados funcionales.
En estos casos y en aquellos donde la evolución no es tan favorable, a pesar de haberse detectado y tratado el problema a tiempo, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico de complejidad. El equipo del doctor Farrington realiza anualmente hasta 50 intervenciones en pacientes pediátricos con displasia de cadera. El Hospital Infantil se ha convertido en un centro con amplia experiencia en el abordaje de esta malformación.
De aquí la importancia de la detección precoz que subraya este especialista del hospital sevillano. «Estamos hablando de que si se actúa a tiempo y los tratamientos van bien, el niño tendrá una vida normal; pero si se producen complicaciones, especialmente en diagnósticos tardíos, aparecen secuelas como la cojera durante la infancia y la artrosis de cadera precoz (con 15-20 años de edad), que precisará de una prótesis».
Todos estos aspectos se han debatido en el LXI Seminario de la Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia, que ha acogido recientemente el Hospital Universitario Virgen del Rocío, y en el que han participado, entre otros, expertos de reconocido prestigio nacional e internacional como Tomás Epeldegui, jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Infantil del Hospital Niño Jesús de Madrid y ex presidente de la ‘European Society for Pediatric Orthopaedics’ y Deborah Eastwood, especialista en cirugía ortopédica y traumatología infantil del ‘Great Ormond Street Hospital for Children’ de Londres.
Actualmente, se desconocen las causas de la displasia en el desarrollo de la cadera, aunque sí se barajan factores como: bajos niveles de líquido amniótico en el útero durante el embarazo, ser primogénito, ser de sexo femenino, la posición de nalgas durante el embarazo o antecedentes familiares de este trastorno.