El Hospital Universitario Virgen del Rocío se ha convertido en uno de los centros nacionales más punteros en el uso de la cirugía robótica en Ginecología, consolidando la aplicación de la misma en la segunda patología oncológica más frecuente en la mujer, el cáncer de cérvix. Desde la incorporación del equipo Da Vinci en 2007, la Unidad de Gestión Clínica de Ginecología, Obstetricia y Patología Mamaria, que dirige Rafael Torrejón, ha realizado ya un total de 155 intervenciones quirúrgicas, de las que un total de 76 han sido para resolver patología oncológica (concretamente, 31 casos de cáncer de cuello uterino y 45 casos de cáncer de endometrio).
En cáncer de cuello uterino, además de las histerectomías radicales con linfadenectomía (extirpación del útero, cuello uterino y ganglios linfáticos de la pelvis), han sido especialmente singulares y pioneros tres casos concretos, en cuanto se han aplicado abordajes muy complejos por técnicas robóticas puras, con mínimas incisiones abdominales, y sin necesidad de usar la vía vaginal. El primero fue un caso de parametrectomía (extirpación del parametrio) y linfadenectomía en una paciente intervenida de histerectomía convencional, pero en la que se halló casualmente un carcinoma de cérvix. El segundo fue la realización de una traquelectomía (extirpación del cuello uterino y parametrio) en una paciente con cáncer de cérvix restante y a la que ya se había extirpado el útero previamente.
En el último caso, por la edad de la paciente, 26 años y con deseo de ser madre, se ha realizado una traquelectomía radical preservando el cuerpo del útero y los ovarios para evitar la esterilidad y posibilitar un futuro embarazo. Hasta la fecha, las traquelectomías se habían hecho siempre por vía vaginal y, recientemente, combinándose ésta con técnicas laparoscópicas y robóticas. El Hospital Virgen del Rocío es el primer centro que la realiza íntegramente mediante robótica.
La experiencia acumulada durante estos cinco años, primero con patología benigna y después con procesos malignos, ha permitido al equipo sevillano dar este paso más de calidad y eficiencia en la aplicación de la cirugía robótica para los casos de mayor severidad y complejidad. «La precisión es milimétrica, la seguridad es enorme, la agresión quirúrgica es mínima, los tiempos de la cirugía y la recuperación se acortan sustancialmente y el sangrado se reduce de forma significativa, por lo que las ventajas de la cirugía robotizada en la cirugía del cáncer son indiscutibles, tanto para pacientes como para profesionales y hospital en general», explica María Ángeles Martínez, jefe de sección de Ginecología.
«La resolución de nuestra cirugía es tan alta que hemos pasado de ocho días de hospitalización hace unos años a un día de estancia para una mujer que ha sido intervenida de un cáncer», añade esta especialista, para quien la robótica se traduce, sobre todo, en seguridad y comodidad para el cirujano, cirugía de corta estancia para el hospital y una intervención menos dolorosa, de menor riesgo y de pronta recuperación para el paciente.
El robot Da Vinci, que se usa actualmente con elevado rendimiento en el Hospital Universitario Virgen del Rocío para patología oncológica en Ginecología, Urología y Cirugía General, cuenta con cuatro brazos quirúrgicos que reproducen fielmente y en tiempo real cada uno de los movimientos que ejecuta el cirujano desde una consola ubicada junto a la mesa de quirófano. La visión tridimensional, frente a las dimensiones bidimensionales de la laparoscopia convencional, permite integrar imágenes de alta resolución, magnificándolas hasta 10-15 veces. Como garantía de seguridad, los movimientos se verifican 1.500 veces por segundo, corrigiendo cualquier desviación o temblor que pudiera tener el especialista, que requiere de una gran destreza y capacitación técnica.