La Consejera de Salud, María Jesus Montero, ha inaugurado hoy en Hospitales Universitarios Virgen del Rocío el robot quirúrgico Da Vinci, la tecnología más avanzada que se ha desarrollado en el campo de la cirugía en los últimos años y fruto de investigaciones de la NASA. La cirugía robótica permite al cirujano conseguir el máximo nivel de precisión en sus intervenciones y al paciente ganar en confort, en tanto emplea abordajes mínimamente invasivos con altos niveles de calidad que reducen la agresión quirúrgica y aceleran su recuperación. Con el sistema quirúrgico Da Vinci, al que el sistema sanitario público de Andalucía ha destinado 1,8 millones de euros, el cirujano puede operar con las mismas sensaciones que proporciona la cirugía abierta pero reduciendo la invasividad del proceso, potenciando las ventajas de la laparoscopia y otras técnicas de microcirugía y ganando en precisión. El cirujano maneja la tecnología a distancia desde una consola telerrobótica. Gracias a la alta precisión de los cuatro brazos quirúrgicos con los que cuenta el robot y que reproducen fielmente cada uno de sus movimientos a tiempo real, el cirujano puede ejecutar tareas delicadas en espacios reducidos. El campo quirúrgico se ve desde una panorámica tridimensional, integrando imágenes de alta resolución y magnificación de hasta 10-15 veces aumentos de campo operatorio. De igual modo, el robot es capaz de verificar cada movimiento 1.500 veces por segundo. Se prevé que el equipo realice, en su rendimiento máximo, unas 300 intervenciones quirúrgicas al año en el campo de la urología, la ginecología, la cirugía cardiaca y la cirugía general y digestiva. En concreto, se empleará en las resecciones radicales por cáncer de próstata (extirpar la próstata); en la extracción de los tumores malignos de recto; en la histerectomía (extirpar el útero); en las reparaciones de la válvula mitral; y para realizar un bypass coronario. El sistema quirúrgico Da Vinci se convierte en una parte integral de la sala de operaciones compuesta por cuatro áreas: consola de cirujano, carro robotizado, instrumentos quirúrgicos y torre. La consola telerrobótica es el espacio donde se encuentra ergonómicamente sentado el cirujano para manipular a distancia, y como si de sus manos se tratase, el robot quirúrgico. En este sentido, el cirujano gobierna el robot a través de controles (mandos y pedales) localizados en un espacio virtual en 3D que permite que, cuando se accionan, se digitalice la información para ser transmitida a los brazos del robot, que reproducen fielmente y con alta precisión los movimientos de las manos del cirujano en el campo quirúrgico a tiempo real. Esta característica supone un importante salto cualitativo si tenemos en cuenta que la cirugía implica movimientos rápidos y delicados para su ejecución. El cirujano opera visualizando una panorámica tridimensional de la zona que está siendo intervenida con imágenes de alta resolución y ampliadas hasta 10 y 15 veces, lo que permite observar la zona en la que se está trabajando con gran nitidez. El carro robotizado, situado junto a la mesa de quirófano, está dotado de cuatro brazos electromecánicos provistos de los instrumentos necesarios para llevar a cabo cada operación. Uno de ellos porta las luces y una cámara de vídeo con dos imágenes de doble canal que se funden y dan una imagen estereoscópica tridimensional, permitiendo que el cirujano cambie, mueva, enfoque y rote con facilidad su campo visual. Otros dos brazos sostienen el instrumental y el cuarto incorpora un instrumento para realizar tareas adicionales como la tracción-separación. Los instrumentos quirúrgicos están miniaturizados y son muy finos (2-4mm), con una articulación distal que permite siete grados de libertad de movimiento y noventa grados de articulación. Asimismo, los brazos del robot reproducen los movimientos de los codos y las muñecas, lo que les permite adoptar múltiples formas y ejecutar tantos movimientos como podría emplear un cirujano durante una intervención. Todo ello posibilita que los brazos electromecánicos manipulen los instrumentos dentro del paciente con precisión milimétrica. Además, cuentan con un sistema de eliminación del temblor o movimiento innecesario que proporciona mayor precisión y control al cirujano, pudiendo éste realizar desplazamientos mínimos sin estar condicionado por su pulso. La torre es el módulo donde se localiza una pantalla para el ayudante, la fuente de luz y el generador. Ventajas Entre las ventajas que el uso de esta tecnología tiene para el paciente destaca que realiza incisiones y cicatrices más pequeñas, lo que ocasiona menor dolor y más comodidad, requiere un menor uso de analgesia y menor pérdida de sangre, con lo que se reduce la necesidad de transfusiones, y reduce el riesgo de infección. Además, reduce el tiempo de recuperación y postoperatorio con estancias hospitalarias más cortas. A estas ventajas se suman las potencialidades que aporta el robot quirúrgico al cirujano, en tanto le aporta una imagen de alta definición y tridimensional de la zona sobre la que está trabajando, realiza movimientos finos y muy precisos, gracias a la sensación táctil que tiene el cirujano y a que existe una coordinación natural ojos-mano a tiempo real. Otra de las ventajas del robot quirúrgico estriba en que permite seleccionar el ángulo de visión y utilizar el zoom para acercar o alejar la imagen. La consola desde la que opera el cirujano tiene un sensor de infrarrojos que activa los controles maestros cuando detecta la presencia de la cabeza del cirujano. El visor está compuesto por dos canales ópticos a modo de prismático que funden la imagen, aportando así la percepción de fondo y profundidad. El sistema quirúrgico Da Vinci es, además, el único que posee movimiento intuitivo en los giros; es decir, que el movimiento de la mano y los dedos del cirujano sean reproducidos fielmente y en tiempo real por el robot. Igualmente, el robot Da Vinci permite un rápido aprendizaje al ofrecer visión tridimensional y una movilidad similar a la de la cirugía abierta. Esta facilidad de aprendizaje y la capacidad de maniobra reducen los tiempos de entrenamiento de los profesionales. En este sentido, la Consejería de Salud tiene previsto dotar al sistema sanitario público andaluz de otro equipo Da Vinci para el entrenamiento de los profesionales, evitando que estos tengan que viajar fuera de España para su formación. Se instalará en el Complejo Multifuncional Avanzado de Simulación e Innovación Tecnológica (CMAT), en Granada. La cirugía robótica Los avances en la cirugía están centrados fundamentalmente en la minimización de la invasividad de los procedimientos quirúrgicos, con el fin de reducir los daños en el paciente y mejorar su calidad de vida tras una operación. Es por ello, que la cirugía laparoscópica se ha consolidado en los últimos años, sustituyendo a la cirugía convencional en numerosos procesos. Al reducir la invasión quirúrgica, se disminuyen las pérdidas de sangre durante la intervención, el dolor postoperatorio y los días de estancia hospitalaria. Con ello, el paciente se incorpora con mayor rapidez a su vida social y laboral. Igualmente, las técnicas laparoscópicas permiten realizar una cirugía más precisa al ampliar el campo quirúrgico, con unos resultados equiparables e incluso superiores a la cirugía convencional en términos de control oncológico y cirugía reconstructiva. La cirugía robótica, mediante sistemas basados en la tecnología con telemanipuladores, constituye un nuevo área de desarrollo cuyo principal objetivo es potenciar los beneficios de la laparoscopia y otras técnicas de microcirugía. En este sentido, se mantienen las ventajas de la mínima invasión quirúrgica, a la vez que se acortan los tiempos de aprendizaje y se gana en visualización, destreza, precisión y control sobre todo el proceso. El equipo que hoy incorpora Hospitales Universitarios Virgen del Rocío, junto al del Hospital Carlos Haya de Málaga, que ha realizado estos días la primera intervención con cirugía robótica, y el que se instalará en el CMAT colocan al sistema sanitario público andaluz en la vanguardia de la más avanzada tecnología quirúrgica.