Las técnicas mínimamente invasivas son, actualmente, el tratamiento por elección para resolver los problemas biliares que presenta uno de cada cuatro pacientes trasplantados de hígado. En este sentido, el Hospital Universitario Virgen del Rocío aplica las terapias endoscópicas y radiológicas más sofisticadas para este grupo de pacientes, disponiendo de los últimos materiales desarrollados (prótesis plásticas y prótesis metálicas autoexpandibles) para corregir el defecto que muchos enfermos trasplantados, alrededor del 25%, padecen a lo largo de su vida tras el recibir el órgano.
Durante el día de hoy, en un encuentro organizado por la unidades de gestión clínica de Enfermedades Digestivas y Cirugía General del complejo hospitalario, endoscopistas, cirujanos y radiólogos vasculares analizan los últimos avances producidos en torno a las técnicas percutáneas (implican la colocación de una prótesis a través de un tubo con óptica que se introduce por un orificio natural del organismo o a través de un catéter que penetra por vía arterial) y quirúrgicas que pueden aplicarse en el paciente trasplantado de hígado con un defectuoso drenaje de la bilis.
Las complicaciones más frecuentes de la vía biliar son las fístulas (comunicación anormal) y las estenosis (estrechamiento) de la unión quirúrgica realizada entre la vía biliar del hígado donado y la vía biliar del receptor del órgano, derivando en infecciones, colangitis o cirrosis secundaria. La causa más común es la fibrosis secundaria a la sutura y los problemas derivados de una pobre vascularización. Los especialistas llegan a considerar la via biliar el talón de Aquiles del trasplante de hígado .