Garantizar el uso adecuado de radiaciones ionizantes, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de determinadas patologías, es la razón de ser de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros que dirige en el Hospital Universitario Virgen del Rocío el doctor Miguel Herrador Córdoba. Desde hoy y hasta el viernes, el centro sevillano expondrá su experiencia en el segundo congreso conjunto que las sociedades científicas españolas de Física Médica y Protección Radiológica han organizado en la capital andaluza bajo el lema ‘Calidad y Seguridad.
Más de 600 expertos nacionales e internacionales debatirán sobre los últimos avances producidos en este campo tan importante de la medicina. El trabajo de estos profesionales es fundamental para velar por la seguridad y la calidad de las radiaciones ionizantes, minimizando posibles riesgos para la población en general, los pacientes que las reciben en el terreno diagnóstico o terapéutico y los profesionales que las usan diariamente. En el Hospital Universitario Virgen del Rocío, tres áreas centran la actividad de un equipo integrado por nueve radiofísicos hospitalarios, un técnico en protección radiológica y tres técnicos de radiología: la protección radiológica, la dosimetría física y la dosimetría clínica, y el control de calidad.
Para garantizar una buena protección radiológica, se usan monitores de radiación, dosímetros personales y ambientales tanto en pacientes como en profesionales, según los parámetros establecidos por el Consejo de Seguridad Nuclear y el Real Decreto 11/32/90 sobre Protección Radiológica en Medicina. En la misma línea de protección, se realizan los reconocimientos médicos pertinentes a los profesionales. Asimismo, para la puesta en marcha de cualquier instalación donde se utilicen equipos de radiación (Radioterapia, Medicina Nuclear y Radiodiagnóstico) se precisa un estudio y autorización de este Servicio.
La dosimetría física hace referencia a las revisiones continuas de los equipos de radiación, tanto a las fuentes de radiación como a los aparatos productores. Por último, la dosimetría clínica es necesaria para delimitar la zona exacta de estudio o tratamiento con radiaciones en cada paciente, calculando las posibles interacciones de las mismas con los órganos sanos. En este sentido, la coordinación entre radiofísicos, oncólogos, radioterapeutas, médicos nucleares y radiólogos es clave.
Durante el último año, se han estudiado las terapias de un total de 2.196 pacientes, se han realizado 1.227 controles periódicos de fuentes productoras y detectoras de radiación, se ha efectuado la vigilancia ambiental y de contaminación de 144 de salas y se han emitido informes técnicos de 30 nuevos equipos.
«Nuestro lema resume nuestra principal preocupación u objetivo de trabajo: utilizar las radiaciones con calidad para incrementar la eficacia y efectividad de diagnósticos y tratamientos médicos, así como de las aplicaciones industriales, agrícolas, etc.; y con seguridad, para minimizar los riesgos que puedan derivarse de su uso», subraya el doctor Herrador, presidente del comité organizador de la reunión que se ha inaugura hoy en Sevilla.
Los contenidos de las ponencias, foros de debate y mesas redondas giran en torno a 18 áreas temáticas, que incluyen: efectos biológicos de la radiación, protección y seguridad del paciente, dosimetría clínica en la terapia con radiaciones (radioterapia externa, braquiterapia y terapia metabólica), dosimetría clínica en el diagnóstico con radiaciones, tratamiento de imágenes y sistemas de información, protección en instalaciones que albergan equipos que usan radiación, preparación y actuación en accidentes y emergencias radiológicas, aspectos sociales y éticos de la protección radiológica, etc. Intervienen expertos nacionales e internacionales de los campos sanitario, industrial, investigador y regulador.
«Dos temas son de especial relevancia científica y social actualmente», adelanta el doctor Herrador. «La voz de alerta que se lanza desde Estados Unidos sobre el uso abusivo de la tomografía axial computerizada (TAC), con una dosis de radiación hasta 300 veces superior a una radiografía convencional de tórax; y el desgraciado accidente de Fukushima, analizando los aspectos técnicos, radiológicos e implicaciones internacionales de este trágico suceso», puntualiza.
Para este experto en Física Hospitalaria y Protección Radiológica del Hospital Universitario Virgen del Rocío, se ha avanzado enormemente en todo este campo de la medicina, especialmente en el terreno terapéutico de la oncología radioterápica, donde el desarrollo de sofisticados equipos de radiación, en combinación con nuevas aplicaciones informáticas permiten incrementar la agresividad del tratamiento, aumentando la protección sobre las zonas sanas próximas al tumor que se desea destruir.